PET-CT en el carcinoma anaplásico de tiroides y otros subtipos histológicos agresivos

RESUMEN:

Introducción y objetivo:

Los subtipos histológicos agresivos de cáncer de tiroides son menos frecuentes y tienen peor pronóstico que los bien diferenciados (CDT). Los subtipos agresivos más importantes son el carcinoma de células de Hürthle (CCH), el carcinoma anaplásico y el pobremente diferenciado. En esta revisión vamos a hablar del papel del PET-CT, especialmente con 18F-FDG, en estas estirpes histológicas agresivas, así como en subtipos agresivos de CDT (células altas, esclerosante difuso…) y en el carcinoma de tiroides refractario al radioyodo.

Síntesis:

Aunque la principal indicación del PET con 18F-FDG en el cáncer de tiroides es la sospecha de recidiva, en pacientes con CDT con tiroglobulina sérica elevada y rastreo corporal total (RCT) con radioyodo negativo, esta técnica tiene crecientes aplicaciones en el CDT. Así mismo, el PET con 18F-FDG también es una herramienta diagnóstica eficiente en el estudio del carcinoma anaplásico, el pobremente diferenciado y otras estirpes histológicas agresivas. Es recomendado en las guías clínicas actuales como parte de la estadificación inicial en cánceres de tiroides anaplásico, pobremente diferenciados y CCH invasivo. Y cada vez se emplea más en otras indicaciones como valoración pronóstica, de la respuesta al tratamiento, e incluso durante el seguimiento de pacientes de alto riesgo. El empleo de otros trazadores para PET como el 68Ga-PSMA y el 68Ga-DOTATATE no han demostrado claramente su beneficio clínico frente a la 18F-FDG. Suelen limitarse a casos en los que sea necesaria la valoración de la densidad de receptores de análogos de somatostatina y PSMA previa a terapia metabólica.

Conclusiones:

El PET-CT con 18F-FDG es la técnica diagnóstica funcional más efectiva en el estudio de las neoplasias tiroideas poco diferenciadas y agresivas, ya que muestran escasa o nula avidez por el radioyodo y sin embargo elevada afinidad por la 18F-FDG. El papel de otros trazadores PET para la valoración de estos tumores es prometedor, aunque aún necesita de estudios con mayor número de pacientes.

Paloma GARCÍA-TALAVERA ; Luis Gonzaga DIAZ-GONZÁLEZ; Felipe GÓMEZ-CAMINERO ; Cristina RIOLA-PARADA ; Carolina PEÑAHERRERA-CEPEDA ; María Pilar TAMAYO-ALONSO

Servicio de Medicina Nuclear. Hospital Universitario de Salamanca. España.

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