¿Podría el aceite de pescado en dosis altas aumentar las probabilidades de FA en los pacientes cardiacos?
- netmd
- 18 de mayo de 2021
- Cardiología
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LUNES, 3 de mayo de 2021 (HealthDay News) — Muchas personas toman aceite de pescado para proteger su corazón, pero un estudio reciente sugiere que las versiones recetadas podrían aumentar el riesgo de un trastorno común del ritmo cardiaco.
El problema son las dosis de receta de los ácidos grasos omega 3, que se encuentran de forma natural en el aceite de pescado. Los medicamentos con frecuencia se recetan a las personas con unos niveles muy altos de triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre que se vincula con un aumento en el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular (ACV).
Según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), los omega 3 recetados pueden reducir los triglicéridos en entre un 20 y un 30 por ciento en la mayoría de las personas.
Pero los medicamentos también son controversiales, porque sus beneficios finales para el corazón no están claros.
Ahora, el nuevo estudio, un análisis de cinco ensayos clínicos anteriores, sugiere que se necesita cierta precaución. En general, los pacientes de los ensayos que recibieron omega 3 tuvieron más de un tercio más de probabilidades de desarrollar fibrilación auricular (FA) que los que recibieron un placebo. Las dosis de aceite de pescado que recibieron iban de 0.84 a 4 gramos por día.
La FA es un trastorno común del ritmo cardiaco, o arritmia, en que las cámaras superiores del corazón comienzan a temblar de forma caótica en lugar de contraerse con efectividad.
La FA no es letal de inmediato, pero tampoco es “benigna”, dijo Dave Dixon, uno de los investigadores del estudio y profesor asociado de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia (VCU), en Richmond.
Con el tiempo, señaló Dixon, la FA puede conducir a complicaciones, como la insuficiencia cardiaca o el ACV.
No está claro exactamente cómo los omega 3 en dosis de receta contribuyen a la FA, según Dixon.
Pero el aumento en el riesgo fue bastante constante en todos los ensayos, de hecho, más constante que los beneficios cardiacos, comentó Salvatore Carbone, coinvestigador y profesor asistente de la VCU.
En los cinco ensayos, hubo más casos de FA entre los pacientes que tomaron los omega 3 que entre los que tomaron el placebo, aunque la diferencia en el riesgo no alcanzó la significación estadística en todos los estudios.
Pero cuando los investigadores reunieron los resultados de los cinco ensayos, hubo un resultado claro: los pacientes que tomaban los omega 3 tenían un 37 por ciento más de probabilidades de desarrollar la fibrilación auricular que los pacientes que tomaban el placebo.
Al contrario, apenas un ensayo mostró que un producto de omega 3 podía reducir los riesgos de otras afecciones cardiacas.
En ese ensayo, llamado REDUCE-IT, los pacientes que usaron un producto llamado Vascepa (etilo de icosapento) experimentaron una reducción del 25 por ciento en su riesgo de “eventos cardiovasculares”. Éstos incluyeron los ataques cardiacos, los ACV, y la muerte por causas cardiovasculares.
Pero, incluso en ese estudio, el riesgo de FA aumentó en un 35 por ciento entre los usuarios de omega 3.
¿Por qué solo un ensayo encontró beneficios cardiacos? Una vez más, esto no está claro, apuntó Dixon.
Pero añadió que Vascepa es distinto de los demás productos de aceite de pescado que los otros ensayos evaluaron. Contiene un solo omega 3, llamado EPA, mientras que los otros productos contienen una combinación de EPA y de DHA.
Y en el ensayo REDUCE-IT, dijo Dixon, unos niveles más altos de EPA en la sangre de los pacientes se correlacionaron con unos riesgos cardiovasculares más bajos.
Esto apunta, dijo, a que enfocarse en el EPA quizá “sea el camino en el futuro”. Pero los hallazgos conflictivos sobre los beneficios de los omega 3, junto con el riesgo potencial de FA, resaltan la necesidad de que se realicen más estudios, apuntaron los investigadores.
El análisis se publicó el 29 de abril en la revista European Heart Journal — Cardiovascular Pharmacotherapy.
Los hallazgos sobre los beneficios cardiacos del aceite de pescado de hecho han sido “inconstantes”, lamentó Linda Van Horn, miembro del comité de nutrición de la asociación cardiaca, y profesora de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste, en Chicago.
Y esto incluye a los complementos de pescado de dosis baja de venta libre.
“Hay unos datos limitados e inconsistentes sobre el beneficio o el riesgo de tomar complementos de aceite de pescado”, apuntó Van Horn.
La asociación cardiaca recomienda que es mejor comer dos porciones de pescado por semana. Van Horn comentó que el pescado graso, como el salmón, la trucha, el atún blanco y el arenque son las mejores fuentes de omega 3.
Los ensayos del análisis actual evaluaron a los omega 3 de dosis de receta. Pero Carbone dijo que también tendría cuidado con los complementos de aceite de pescado de venta libre.
“No sabemos si los productos de venta libre podrían tener estos mismos efectos”, advirtió.
El aceite de pescado de venta libre se considera como un complemento alimenticio, así que no está regulado como un medicamento por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., señaló Dixon.
Tanto él como Carbone dijeron que lo mejor es hablar con un médico o farmacéutico antes de comenzar a usar cualquier producto de aceite de pescado, y que las personas que toman omega 3 en dosis de receta deben hablar con el médico antes de dejar de tomarlos.