Precaución con la tomografía axial computarizada en niños: a más radiación, más riesgo oncológico
Resumen Estructurado
Objetivo: estimar el riesgo de padecer un tumor intracraneal, leucemia o linfoma en menores de 25 años de edad que estuvieron expuestos a radiación ionizante producida por la tomografía axial computarizada (TAC) realizada antes de los 18 años de edad.
Diseño: estudio de casos y controles anidado en una cohorte poblacional.
Emplazamiento: Sistema Nacional de Salud (NHIRD) de Taiwán.
Muestra de estudio: de una cohorte inicial de 20 008 055 obtenida de la base de datos del sistema nacional de Salud de Taiwán (NHIRD), se recogen 8055 casos iniciales menores de 25 años con tumor intracraneal, leucemia o linfoma diagnosticado entre el 1 de enero de 2000 al 31 de diciembre de 2013, después de excluir aquellos que ya tenían enfermedades malignas previamente, anomalías cromosómicas, trasplantados, inmunodeficiencias adquiridas o congénitas y neurofibromatosis, quedan en el grupo de casos 7811. Mientras que en el grupo control, de 2 000 000 de muestra aleatorizada inicial, al excluir los mayores de 25 años, los individuos con factores predisponentes a padecer cáncer y aquellos con datos incompletos, queda un total final en el grupo control de 78 057, para mostrar en el estudio una ratio casos-control de 1/10.
Evaluación del factor exposición: haber sido sometido al menos a una TAC con una edad inferior o igual a 18 años.
Medición del resultado: se calculó la razón de tasas de incidencia (RTI), aplicándolo a modelos de regresión logística no condicional para evaluar odds ratios (OR) ajustados entre grupos con y sin exposición a TAC. Como se realizaron más TAC a lo largo del periodo de investigación, se ajustó la OR según el año de ingreso en la cohorte, generándose una variable lineal. También se consideraron las siguientes variables: ingresos familiares (variable lineal) y lugar de residencia (variable categórica), dado que estas variables están asociadas con la leucemia en niños. Se utilizó prueba unilateral de Cochran-Armitage para investigar la relación entre menor edad en el momento de la exposición a la TAC y mayor riesgo de cáncer (categorizada como ≤6, 7-12 y 13-18 años). Se aplicó el test exacto de Fisher para variables categóricas.
Resultados principales: la proporción de pacientes expuestos a radiación ionizante mediante TAC fue similar tanto en el grupo casos como en controles.
Entre los que recibieron la radiación de un TAC no hubo diferencias estadísticas en cuanto a riesgo de padecer cáncer.
Los sometidos a la radiación ionizante de 4 o más TAC aumentaron el riesgo de presentar tumor intracraneal, OR: 9,01 (Intervalo de confianza 95%: 2,89 a 28,11), leucemia OR: 4,8 (IC 95: 1,79 a 12,84) y linfoma no Hodgkin OR: 6,76 (IC 95: 1,91 a 23,96), pero no incrementaron el riesgo de presentar linfoma de Hodgkin. Si se les realizaron antes de los 6 años de edad tuvieron el riesgo más alto de cáncer, seguidos por el grupo de los de 7 a 12 años edad, y de 13 a 18 años de edad, con una tendencia estadísticamente significativa (p <0,001).
La RTI de los participantes en el estudio con alguno de los cánceres estudiados y habiendo recibido la radiación de 4 o más TAC fue de 2,30 (IC 95: 1,43 a 3,71), en relación a los participantes no expuestos.
Conclusión: la exposición a una sola TAC antes de los 18 años de edad no se asoció a mayor riesgo de tumores intracraneales, leucemia, linfoma no Hodgkin ni linfoma Hodgkin durante la infancia, adolescencia ni primera juventud. Los que recibieron múltiples TAC (a partir de 4 o más) presentaron un mayor riesgo de desarrollar: tumores intracraneales, leucemia y linfoma no Hodgkin, pero no de linfoma Hodgkin. Se observó que cuanto más jóvenes eran los niños irradiados, presentaban mayor riesgo de cáncer asociado a la exposición de la radiación de 4 o más TAC. Con lo cual, aunque estos tumores son poco comunes, estos resultados muestran que la decisión de indicar un TAC se ha de basar en un criterio de riesgo-beneficio, usar obligatoriamente métodos para reducir la dosis de radiación y para proteger al paciente.
Wei-Hao W, Chia-Yu S, Shih-Chung W, Yu-Hsuan JS.
Revisores: Esparza Olcina MJ 1, Flores Villar S. 2
1Pediatra de Atención Primaria. Madrid. España.
2Pediatra. Área de Hospitalización Pediátrica. Hospital Universitario MútuaTerrassa. Barcelona. España.
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación: