Propuesta de un modelo ecosistémico para la atención integral a la salud mental

Resumen

La atención a la salud mental tradicionalmente ha prestado poca atención a las madres. Son muy escasos en nuestro medio los programas de atención integral a la salud mental perinatal. Proponemos un modelo de encuadre que sirva para la atención integral a la perinatalidad, incluyendo los cuidados a los procesos psíquicos de la reproducción, embarazo, parto y posparto desde una visión ecosistémica inspirada en las propuestas de Urie Bronfenbrenner y John Bowlby, entre otros, integrando las aportaciones de la neurobiología, la epigenética, los modelos de transmisión intergeneracional del apego y el trauma, la sistémica, y añadiendo una perspectiva de género y ecológica que permita visibilizar las necesidades de la díada madre-bebé en el centro como punto de partida para la prevención y la atención en perinatalidad. Proponemos una mirada perinatal como modelo para continuar profundizando en la atención a madres y familias en el inicio de la vida, así como para cuidar también a las profesionales que los atienden. Apostamos por la escucha, el acompañamiento y la psicoterapia como herramientas básicas en la atención comunitaria e individual a madres, bebés y familias.

Razones para una psicología perinatal y del desarrollo ecológicamente válida

La salud mental de las mujeres en el embarazo, parto y posparto ha recibido escasa atención por parte de los sistemas públicos y privados de salud. Tradicionalmente la obstetricia ha centrado su atención en los aspectos más físicos, mostrando escaso interés por los procesos psíquicos de la reproducción. Con demasiada frecuencia, a las gestantes y madres no se las ha escuchado, se ha minimizado o normalizado su sufrimiento, se les ha dicho el clásico “de qué te quejas si tienes un bebé sano” o, incluso, se las ha juzgado y/o maltratado sin que los profesionales sanitarios hayan sido conscientes de ese maltrato1. El estigma que rodea la enfermedad mental, junto con la misoginia que aún permea la medicina, ha dificultado que las madres busquen y encuentren ayuda eficaz. Muchas se sienten tratadas como meros contenedores durante el embarazo, mientras la atención biomédica con frecuencia se reduce a asegurar que el bebé en el útero (preferimos no llamarlo feto) esté bien en términos inmediatos. La atención sanitaria a las necesidades de las madres en el posparto brilla por su ausencia. Al bebé también se le ve como un ente aislado, sin tener en cuenta la construcción de su psique ni la necesaria simbiosis madre-bebé en el inicio de la vida. Sin embargo, cada vez es mayor la evidencia científica de que el estado emocional de la mujer durante embarazo, parto y posparto tiene enormes re-percusiones, tanto para ella como para el bebé que gesta, para la salud física y mental de todos y cada uno de los miembros de la familia, a corto y a largo plazo (2). A su vez, el padre está cada vez más presente en lo cotidiano como soporte emocional de la díada madre-bebé. Su capacidad para el cuidado y para recolocarse en la familia son importantes al considerar el efecto de esta crisis evolutiva para la pareja que ambos conforman y que favorece el crecimiento y la maduración de todo el sistema familiar y de cada uno de sus miembros. Afortunadamente, crece la sensibilidad también entre las profesionales que, cada vez más, se acercan a esta realidad sin querer perpetuar dinámicas paternalistas y medicalizadoras. Muchas buscan herramientas para poder ofrecer una atención integral a la salud de madres y bebés a lo largo de toda la etapa, teniendo en cuenta las consecuencias en el desarrollo. Como profesionales de la salud mental perinatal, proponemos un encuadre que nos permita integrar todos los aspectos que repercuten a corto y largo plazo en la salud mental tanto de la madre como del bebé, la pareja y la familia ex-tensa. Es decir, pensamos que la atención a la salud mental de las familias en torno al
embarazo, nacimiento y crianza requiere una visión amplia, holística y feminista que promueva la salud de todos y que prevenga la psicopatología integrando una perspectiva de género. Es momento de desaprender y deconstruir modelos heredados que por su reduccionismo o su sesgo de género nos parecen poco operativos, cuando no dañinos.

Ibone Olzaa, Patricia Fernández Lorenzob, Ana González Uriartec, Francisco Herrero Azorínd, Susanna Carmona Cañabatee, Alfonso Gil Sanchezf, Esperanza Amado Gómezg, María Emilia Diph

a) Psiquiatra infantil. Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, Madrid.

b) Psicóloga clínica.  Área  Sanitaria    Servicio  de  Salud  Mental  del  Principado  de  Asturias.

c) Psiquiatra. Servicio Navarro de Salud. CSMIJ Natividad Zubieta, Pamplona.

d) Educador social. La Dinamo Acció Social, València.

e) Investigadora. Sección de Neuroimagen, Unidad de Medicina y Cirugía Experimental, Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, Madrid. Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental.

f ) Psiquiatra y obstetra. Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, Madrid.

g) Enfermera. Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitario Puerta de Hierro, Maja-dahonda, Madrid.

h) Psicóloga clínica. Programa de Salud Mental Perinatal. Hospital Universitario Vall d ́Hebron. Barcelona.

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