Pulgarización del índice en el tratamiento de la hipoplasia de pulgar – técnica quirúrgica
- netmd
- 5 de marzo de 2018
- Traumatología y Cirugía Ortopédica
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Resumen
La pulgarización del dedo índice permite reconstruir la pinza de la mano. Fue ampliamente realizada para una reconstrucción de una pérdida de pulgar en condiciones de trauma. Sin embargo, hoy por hoy, es la técnica de elección para las hipoplasias congénitas de pulgar. En los niños permite crear una pinza, especialmente para objetos grandes y entrega una apariencia más normal de la mano. Es una técnica demandante, pero con pasos que están bien definidos y perfeccionados, que al ser realizados de forma cuidadosa, reducen al mínimo sus complicaciones.
Introducción
La pulgarización del índice es una las más desafiantes y gratificantes cirugías de la mano, que combina técnicas de ortopedia, cirugía plástica y la participación de un grupo multidiciplinario.
Los objetivos de esta técnica son básicamente dos. Primero, otorga a la mano la posibilidad de tener una pinza para tomar objetos grandes. Y segundo, esta técnica entrega una mano de apariencia “más normal.”
La transferencia del dedo índice para el tratamiento de la ausencia de pulgar, se remonta a la década de los 40 del siglo pasado, y en su inicio, esa fue propuesta para el tratamiento en la amputación traumática del pulgar. Hilgenfeldt recomendó la pulgarizacion del dedo medio.[1] Gosset describió la técnica con el dedo índice con colgajos para asegurar la creación del primer espacio.[2]
Pero son los trabajos de Littler en 1953, los que sientan las bases de la técnica que hoy conocemos, permitiendo tener un colgajo neurovascular en isla (dedo índice), y entrega los conceptos de las transferencias musculares que permiten crear los “nuevos” músculos de la región tenar para potenciar los resultados funcionales de la cirugía.[3]
La realización de esa técnica en lesiones congénitas, tiene su gran exponente y refinamientos de la técnica, en los trabajos de Riordan y Buck-Gramcko. Ese último realizo más de 450 pulgarizaciones y 200 de ellas fueron en malformaciones congénitas producidas por el uso de la talidomida entre los años 1959–1962.[4]
Manuel Mendez
Departamento de Ortopedia, Extremidad Superior, Instituto Teletón Santiago, Chile
Departamento Ortopedia, Clínica las Condes, Santiago Chile
Elias Concha
Departamento de Ortopedia, Extremidad Superior, Instituto Teletón Santiago, Chile
Departamento Ortopedia, Clínica Meds, Santiago, Chile
Servicio de Traumatología, Hospital Luis Calvo Mackenna, Santiago, Chile
Catalina Parot
Departamento de Ortopedia, Extremidad Superior, Instituto Teletón Santiago, Chile
Servicio de Traumatología, Hospital Luis Calvo Mackenna, Santiago, Chile
Marcia Carrasco
Departamento de Ortopedia, Extremidad Superior, Instituto Teletón Santiago, Chile
Servicio Ortopedia y Cirugía Infantil, Hospital de Carabineros, Santiago, Chile
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
https://www.thieme-connect.com/products/ejournals/html/10.1055/s-0037-1607287#N68179