¿Qué es más útil para el corazón, perder grasa o ganar músculo?

VIERNES, 17 de septiembre de 2021 (HealthDay News) — Perder el exceso de peso es mucho mejor para la salud a largo plazo del corazón de los jóvenes que desarrollar los músculos, sugiere una investigación reciente.

No se trata de que desarrollar músculo en la juventud resultara en un problema cardiovascular. Más bien, perder grasa ofreció unos mayores beneficios cardiacos.

“Sin duda alguna seguimos animando a hacer ejercicio”, comentó el autor principal del estudio, Joshua Bell, asociado sénior de investigación en epidemiología de la Universidad de Bristol, en Inglaterra.

“Hay muchos otros beneficios para la salud, y la fuerza es una recompensa en sí”, apuntó. “Quizá simplemente debamos moderar las expectativas respecto a lo que aumentar los músculos puede en realidad hacer para evitar la enfermedad cardiaca. La pérdida de grasa es el factor real”.

El estudio siguió a más de 3,200 británicos nacidos en la década de los 1990. Encontró que los que habían perdido sobre todo grasa durante la adolescencia y la adultez temprana eran mucho menos propensos que los que habían aumentado musculatura a haber desarrollado factores de riesgo, como una glucosa alta, la inflamación o colesterol “malo” a los 25 años.

Los participantes recibieron escáneres para evaluar los niveles de grasa corporal y de masa magra a los 10, 13, 18 y 25 años. También evaluaron su fuerza de agarre a los 12 y a los 25 años.

A los 25 años, los participantes se sometieron a pruebas de la presión arterial y de muestras de sangre para evaluar los niveles de unos 200 factores metabólicos considerados como “puertas de entrada a la enfermedad cardiaca y otros problemas de la salud”, explicó Bell.

Entre estos factores se encontraban la insulina, la proteína C reactiva, el colesterol, los triglicéridos, la glucosa, la creatinina, y los aminoácidos de cadena ramificada.

El resultado fue que, para reducir los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca, “los cambios en la grasa corporal parecieron ser mucho más importantes que los cambios en los músculos”, aseguró Bell. Según algunas medidas (como la reducción de los niveles del colesterol “malo”), la pérdida de grasa pareció ser hasta cinco veces más protectora que el aumento de los músculos, añadió.

“El aumento en los músculos solo pareció ser beneficioso cuando ocurría en la adolescencia, entre los 13 y los 18 años”, apuntó Bell. “Este es una época atareada para el crecimiento y la madurez, y quizá deberíamos también promover cierto aumento en los músculos. Después de esto, los beneficios [cardiacos] parecen desvanecerse”.

Su moraleja es que aunque los músculos son importantes para resultados como la movilidad y la independencia, el control de la grasa parece tener una prioridad más alta cuando se trata de mantener bajo control a los marcadores de la enfermedad cardiaca.

Los resultados se publicaron en una edición reciente de la revista PLOS Medicine.

Bell enfatizó que los hallazgos son críticos, porque las semillas de los problemas cardiacos en el futuro se siembran en los jóvenes y los adolescentes que por lo demás están sanos.

Aunque “los eventos graves, como los ataques cardiacos, no tienden a suceder hasta unas edades más avanzadas, la enfermedad cardiaca no ocurre del día a la noche”, anotó Bell.

Lona Sandon, una profesora asociada de la facultad de profesiones de la salud del Centro Médico de la UT del Suroeste, en Dallas, revisó los hallazgos del estudio.

Dijo que se debe buscar prevenir el aumento de grasa en exceso desde el principio, en lugar de enfocarse en la pérdida de grasa más adelante.

“Inculque unos hábitos de alimentación y actividad desde una edad temprana para mantener un peso corporal sano a lo largo de la niñez y la adolescencia, para tener las mayores probabilidades de reducir el inicio temprano de los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca”, señaló Sandon. “Y por temprano, quiero decir en el útero y en la infancia”.

El enfoque debe estar en educar a los padres sobre unos embarazos sanos y unos patrones de alimentación saludables, aconsejó Sandon. “Comience con la lactancia materna y ofreciendo alimentos enteros saludables y porciones adecuadas para la edad durante la infancia y la niñez temprana”, planteó.

En general, restringir las calorías durante la niñez no es buena idea, ya que se trata de un periodo de crecimiento, advirtió Sandon. “Las calorías y los alimentos de calidad son necesarios para un crecimiento y un desarrollo adecuados”, dijo.

Más bien, el ejercicio y los deportes son grandes formas de mantener delgado a un cuerpo que crece. “El juego activo hace mucho para mantener a los niños en forma, sin enfocarse en la grasa corporal”, enfatizó Sandon. “Además, los niños activos son más propensos a mantener estos hábitos de actividad en la adultez”.

https://consumer.healthday.com/9-16-what-helps-your-heart-most-losing-fat-or-gaining-muscle-2655055767.html