Complicación en paciente con anafilaxia

Reacciones alérgicas agudas. Histamina y fármacos antagonistas de H1

Resumen

En las enfermedades alérgicas agudas se presenta una respuesta inmune exacerbada a un alérgeno en un individuo atópico, en éstas influyen dos factores el genético y el ambiental. Con base en lo anterior, la Organización Mundial de Alergia determinó como enfermedades alérgicas (EA) las siguientes: asma, rinitis, sinusitis, conjuntivitis, anafilaxia, alergia a medicamentos, alimentos, animales, insectos y hongos, eczema, urticaria y angioedema. Las EA han aumentado en el último tiempo, convirtiéndose en un problema de salud pública con repercusiones económicas exorbitantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llegado a clasificar las EA entre las 6 patologías más frecuentes del mundo. Así pueden afectar al 20-25 % de la población mundial, trascendiendo que son los países desarrollados e industrializados los más afectados. Los avances importantes en el diagnóstico, cuyos pilares siguen siendo la historia clínica, la medición de IgE específica y pruebas cutáneas, incluyen el tratamiento y las bases genéticas, cada vez más relevantes en el manejo clínico de estas entidades. En este trabajo se describen las enfermedades alérgicas, la influencia del medio ambiente, los genes, los alérgenos recombinantes, hipoalérgenos y los antihistamínicos antagonistas H1.

INTRODUCCIÓN

Las enfermedades alérgicas son un problema global de salud pública, cuya incidencia no ha parado de crecer en las últimas décadas, con el correspondiente impacto sobre la salud y los recursos sanitarios disponibles. Además, el limitado conocimiento de estas enfermedades por la población, así como el retraso de un diagnóstico y tratamiento adecuados, conducen a un incremento considerable en los costos y, sobre todo, deterioran la calidad de vida de las personas que las sufren y sus familias, al aumentar las complicaciones y mortalidad de estos procesos. Consideramos, pues, que difundir su conocimiento es una importante misión, que nos corresponde tanto al personal sanitario como a las instituciones, públicas o privadas. En las últimas décadas la incidencia de estas enfermedades (entre la que se incluyen el asma, la rinitis alérgica, la dermatitis atópica y las alergias alimentarias) ha tenido un aumento notable, en especial en los países desarrollados. Aunque en la etiología de las alergias se sabe que influyen tanto los factores genéticos como los ambientales, el aumento de la frecuencia se ha asociado al estilo de vida occidental. 1 Aún con los más potentes estudios genéticos no se puede explicar el desarrollo de las enfermedades alérgicas de origen hereditario. Esta heredabilidad perdida ha de ser explicada por otros medios. En este sentido, desde principios del siglo XX y sobre todo a partir de su segunda mitad, especialmente en los países desarrollados, se ha observado un notable incremento de las enfermedades alérgicas, hasta el punto de adquirir proporciones epidémicas. Se considera que este período de tiempo es demasiado breve para que la causa subyacente sea una alteración genética. En 1989, Strachan formuló la hipótesis de la higiene, según la cual el aumento en la prevalencia de las enfermedades alérgicas se debe a una disminución en el número de infecciones que sufren los individuos, gracias a las políticas de prevención, al desarrollo de patrones de limpieza y al tratamiento antibiótico, entre otras posibilidades. El mecanismo subyacente sería que las enfermedades infecciosas inducirían una respuesta inmunitaria opuesta a la que se desencadena en las enfermedades alérgicas, por lo que su ausencia supondría un desequilibrio hacia el desarrollo de este tipo de respuestas. Aunque no está del todo demostrado que esta teoría sea cierta (y cuenta con algunos datos en contra), lo que está ampliamente aceptado es que las interacciones entre el genoma y los factores ambientales durante la vida, en particular durante etapas tempranas y posiblemente en el útero materno, influyen de forma relevante en el desarrollo de las enfermedades alérgicas. Según esto, el riesgo de padecer asma u otras enfermedades alérgicas de un individuo podría depender de la respuesta de sus genes a las exposiciones ambientales. Las respuestas alérgicas se distinguen por generar una respuesta inmunológica hipersensible en la población susceptible a antígenos ubicuos que por lo regular son inocuos.

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