Recomendaciones para la reapertura de las unidades de CMA durante el periodo de transición de la pandemia por el COVID-19 (SARS-CoV-2)

INTRODUCCIÓN

En diciembre de 2019, la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei en China, se convirtió en el centro de un brote de neumonía de causa desconocida. El 7 de enero de 2020, los científicos chinos habían aislado un nuevo coronavirus, el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2; conocido anteriormente como 2019-nCoV), de los pacientes con neumonía por el virus, que fue posteriormente designada en febrero de 2020 por la OMS como enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). El 11 de marzo de 2020, la OMS ha declarado a COVID-19 como enfermedad pandémica, propagándose a numerosos países y territorios de todo el mundo con más de 4.635.786 casos confirmados y aproximadamente 311.821 muertes. El primer contagio de la enfermedad COVID-19 se determinó en España en enero de 2020. El primer fallecimiento ocurrió el 13 de febrero. El domingo día 15 de marzo, el Estado español decretó el estado de alarma sanitaria. El impacto en la actividad quirúrgica fue secuencial: se suspendieron las intervenciones quirúrgicas programadas por patología benigna y se programaron cirugías electivas de pacientes oncológicos, seleccionando los casos más prioritarios. Esto se ha traducido en la suspensión de prácticamente toda la actividad de procedimientos de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) en nuestro país.

  1. JUSTIFICACIÓN

Teniendo en cuenta la situación epidemiológica en la que se encuentra nuestro país actualmente, en la fecha 25 de mayo de 2020, donde el porcentaje de pacientes COVID hospitalizados está disminuyendo (5-25 %), muchas comunidades autónomas están procediendo a incrementar su actividad quirúrgica. En este contexto la recomendación de todas las sociedades quirúrgicas es la potenciación, en la medida de lo posible, de procedimientos de CMA de las diferentes especialidades, considerando la disponibilidad de quirófanos y el establecimiento de un circuito para el paciente de forma apropiada. La reintroducción de la actividad de la cirugía sin ingreso debe plantearse con la mayor seguridad posible, tanto para los pacientes y acompañantes como para los profesionales sanitarios. Cada unidad, de acuerdo con sus características, deberá establecer el circuito de sus pacientes y procedimientos, que atenderá en esta primera fase de reintroducción de la CMA. Durante este periodo de transición de la pandemia COVID-19, la Asociación Española de Cirugía Mayor Ambulatoria debe proponer unas recomendaciones para el reinicio de la actividad que deberán estar sujetas a revisión en función de la evolución de la pandemia y adaptadas a cada centro hospitalario.

  1. CRITERIOS DE SELECCIÓN DE PACIENTES Y VALORACIÓN PREOPERATORIA

Para la programación de los pacientes se hace imprescindible que, con tiempo suficiente (15 días), se realice un despistaje de infección activa por SARS-CoV-2 que incluya criterios clínicos y epidemiológicos. Si la encuesta es negativa, se aconsejará un control riguroso de las medidas de distanciamiento físico y protección las dos semanas previas a la cirugía para disminuir las posibilidades de contagio. Se facilitará un sistema de contacto para que informe a la unidad de cualquier cambio en su estado de salud en esos 15 días. Los pacientes que se programen inicialmente pueden disponer de una valoración preoperatoria, en muchos casos antes y durante la pandemia COVID-19, por tanto, si la encuesta ha sido negativa se podrán programar. Algunos autores aconsejan que en la reintroducción de la actividad en la unidad de forma inicial se incluyan de forma preferente pacientes ASA 1 y 2, menores de 60/65 años. Hay que evitar en la medida de lo posible pacientes en tratamiento con inmunosupresores o corticoides. No se aconseja inicialmente incluir a pacientes que están institucionalizados (residencias, instituciones penitenciarias, centros de mayores y menores…).

COORDINACIÓN: Junta Directiva de ASECMA.

ELABORACIÓN:

Ana Archilla. Servicio de Anestesia, Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla.

Matilde Zaballos. Servicio de Anestesia, Hospital Universitario Gregorio Marañón. Madrid.

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