Rehabilitación del intestino utilizando un análogo semisintético del péptido 2 similar al glucagón

Resumen

La falla intestinal crónica (FIC) o tipo III es una condición invalidante, y la nutrición parenteral crónica (NPC) domiciliaria es el tratamiento que permite a estos pacientes mantenerse con vida. Sin embargo, solamente uno de cada tres países latinoamericanos cuentan con ese recurso, y sus complicaciones no son infrecuentes. Estas complicaciones son las principales indicaciones para trasplante intestinal, un procedimiento que en la mayoría de los países de ingresos medios no se ha desarrollado y no ha presentado los resultados esperados. En los últimos años, la rehabilitación intestinal a nivel mundial ha mejorado sustancialmente con el uso de análogos semisintéticos del péptido 2 similares al glucagón, existiendo cada vez mayor evidencia que demuestra la posibilidad de rehabilitación intestinal e independencia de la NPC con este fármaco, incluso en pacientes con anatomía desfavorable. Estos resultados han permitido mejorar la supervivencia y la calidad de vida de pacientes con FIC y, en muchas ocasiones, prescindir del trasplante. El paciente del caso que presentamos es el primero en recibir esta terapéutica en nuestro país. En este artículo analizamos la respuesta precoz favorable al tratamiento y sus perspectivas a futuro.

Introducción

 

Los pacientes adultos con menos de 200 cm de intestino delgado se definen como pacientes con síndrome de intestino corto (SIC). Las enterectomías secundarias a la isquemia intestinal, las complicaciones quirúrgicas, incluida la cirugía bariátrica, las enterectomías masivas y la catástrofe abdominal por patología traumática se han convertido en las principales causas(1,2). La necesidad crónica de suplementación intravenosa determina la falla intestinal crónica (FIC) o tipo III(1,2). La nutrición parenteral (NP) es el tratamiento de sostén esencial para pacientes con FI y define su condición; si bien los pacientes sobreviven, las complicaciones asociadas con la NP crónica (NPC) son múltiples, pueden ser graves y frecuentemente condicionan la evolución. No obstante, la NPC sigue siendo el tratamiento estándar para los pacientes con FIC. La modalidad de NPC domiciliaria (NPD) como soporte vital está destinada estratégicamente a mantener el estado nutricional e hidroelectrolítico, así como mejorar la calidad de vida (CV), minimizando las complicaciones del uso a largo plazo de la NPC hospitalaria (infección relacionada con el catéter y trombosis venosa de los angioaccesos). Así como también reducir la probabilidad de enfermedad hepática

(principales indicaciones del trasplante intestinal), enfermedad ósea metabólica, deterioro de la función renal y los costos asociados(3-5). En Europa, se estima que la prevalencia de NPD para FIC oscila entre 5 y 80 por millón de habitantes, con una incidencia que varía entre 7,7 y 15 pacientes con FIC dependiente de NPC por millón de habitantes por año(6,7). Lamentablemente, en la actualidad la NPD no forma parte de las prestaciones obligatorias en nuestro país, lo que determina una barrera de accesibilidad a esta técnica de soporte vital para un número cada vez mayor de pacientes que la necesitan. Resulta así completamente inaccesible para poblaciones de bajos recursos, existiendo únicamente casos puntuales en nuestro país, como el del paciente que presentamos (7). Por otro lado, el procedimiento quirúrgico más utilizado para convertir una anatomía altamente desfavorable en una más favorable para la rehabilitación del intestino es la cirugía de rehabilitación autóloga del tracto gastrointestinal (CRATGI), proceso que involucra a todos los procedimientos que tienen como objetivo reconstruir el tracto gastrointestinal, reclutar segmentos intestinales abandonados en el abdomen y cerrar ostomías, restableciendo la continuidad del tránsitointestinal(8–11). Este procedimiento, cuando es desarrollado por un equipo experimentado, junto a otras estrategias de alargamiento intestinal, ha modificado la historia natural de la enfermedad. Permite aumentar el número de pacientes capaces de lograr la autonomía intestinal y la independencia de NPC. Los avances quirúrgicos, en cuidados intensivos y en NP, junto a la consolidación de unidades multidisciplinarias de terapia nutricional e insuficiencia intestinal para el tratamiento de la FIC en las últimas décadas, han permitido que dos tercios de los pacientes que desarrollan el SIC sobrevivan a su hospitalización inicial, y que un número similar sobreviva al primer año luego de desarrollar la FIC. Sin embargo, poco más de la mitad de los adultos con FIC logran independizarse completamente de la NPC dentro de los 5 años posteriores al diagnóstico y menos del 6%

abandonarán la NP utilizando métodos convencionales si no se logra la independencia en los primeros 2 años posteriores a la resección intestinal(12). Afortunadamente, en los últimos años la atención de estos pacientes se

centró en promover la rehabilitación intestinal utilizando un análogo recombinante del péptido 2 similar al glucagón humano (sGLP-2) producido mediante tecnología de ADN recombinante a partir de E. coli. ElsGLP-2 (teduglutide) se ha convertido en la primera opción médica para pacientes seleccionados con FIC secundaria a SIC que no han logrado independencia a la NPD con la optimización del tratamiento estándar, con el potencial de reducir o eliminar la NP(13,14). Presentamos el primer paciente en Uruguay con FIC que se trata con teduglutide luego de 17 años de dependencia a la NPC.

Eduardo Moreira ASSE, Hospital Maciel, a Unidad de Nutrición e Insuficiencia Intestinal, Equipo Multidisciplinario de Terapia Nutricional, Integrante. UCI, Médico Intensivista

Lourdes Silva ASSE, Hospital Maciel, Unidad de Nutrición e Insuficiencia Intestinal, Equipo Multidisciplinario de Terapia Nutricional, Integrante. Licenciada en Enfermería

Estela Olano ASSE, Hospital Maciel, Unidad de Nutrición e Insuficiencia Intestinal, Equipo Multidisciplinario de Terapia Nutricional, Coordinadora. CASMU, Sanatorio , Unidad de Nutrición Especial, Jefe. Médico Intensivista

Héctor Solar Fundación Favaloro, Hospital Universitario, Unidad de Insuficiencia Intestinal, Rehabilitación y Trasplantes, Coordinador. Médico Intensivista

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https://revista.rmu.org.uy/ojsrmu311/index.php/rmu/article/view/746/731