Relación bidireccional de las patologías cutáneas con los trastornos mentales
- netmd
- 18 de diciembre de 2018
- Dermatología
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La Psicodermatología, o Medicina Psicocutánea, es el resultado de la fusión de dos grandes especialidades médicas: psiquiatría y dermatología. La psiquiatría implica el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales, mientras que la dermatología es responsable del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la piel y sus apéndices. El dermatólogo debe ser consciente de esta correspondencia y considerar la constante interacción entre las enfermedades psiquiátricas y cutáneas, siendo ésta relación bidireccional. Hasta un tercio de los pacientes ambulatorios de dermatología tienen un problema psiquiátrico importante que complica su afección cutánea. La consulta dermatológica será relevante, al abordar y tratar las patologías psiquiátricas, como la depresión y/o la ansiedad, que son más frecuentes.
INTRODUCCIÓN
La piel es el órgano más grande del cuerpo, el más visible y es el medio, a través del cual, nos comunicamos con el mundo, como tal, la piel tiene un impacto en las percepciones personales y el bienestar psicológico; siendo la medicina psicocutánea el estudio de la compleja interacción entre psiquiatría, psicología y dermatología. Dónde el eje hipotalámico pituitario (HPA) responde al estrés psicológico, con disregulación de las hormonas de estrés (liberando hormona corticotropina, adrenocorticotropina, cortisol y prolactina); activando el sistema nervioso simpático, que eleva los niveles de catecolaminas; e incrementa neuropéptidos y neuromediadores: sustancia P y péptido con estructura génica de calcitonina (CGRP); las células mastocíticas de la piel son una importante diana de las hormonas de estrés y mediadores y su activación conduce a la disregulación inmune, inflamación neurogénica, respuesta proinflamatoria y vasodilatación; produciendo varias enfermedades en la piel, de tipo inflamatorio, autoinmune y alérgicos1, por cuál se desarrollaran enfermedades de éste tipo en ésta revisión. En esta sub-especialidad, los pacientes tienen: 1) una condición psiquiátrica primaria, con la que acude a los dermatólogos (por ejemplo, dermatitis artefacta); 2) Una patología dermatológica primaria con comorbilidades psiquiátricas (por ejemplo, acné con trastorno de dismorfia corporal); 3) los que necesitan apoyo psicológico con su enfermedad de piel (por ejemplo, rosácea y autoestima); ó 4) aquellos que tienen una patología cutánea secundaria a su tratamiento psiquiátrico (por ejemplo, litio puede estar asociado con psoriasis), o aquellos que desarrollan enfermedad psiquiátrica después del inicio del tratamiento de la enfermedad dermatológica (por ejemplo, isotretinoína puede ser asociado con la ideación suicida)2. Establecida como una subespecialidad de la dermatología, la Psico-dermatología implica la comprensión de la existencia de un ciclo, en el que los trastornos psíquicos, causan patologías cutáneas y las enfermedades de la piel originan trastornos psiquiátricos, es la base para una buena práctica dermatológica; así enfatizamos la idea de que un dermatólogo debe estar preparado para diagnosticar, brindar apoyo psicológico apropiado y tratar sus pacientes3.
Los trastornos psico-cutáneos ocurren cuando una condición de la piel es exacerbada por factores como estrés, depresión y ansiedad, por lo que serán los trastornos mentales estudiados en nuestra revisión; se observa en enfermedades como psoriasis, acné vulgar, hiperhidrosis, dermatitis atópica y liquen simple crónico; donde los pacientes manifiestan una relación transitoria entre estrés y el empeoramiento de su condición de piel; de dónde deriva la clasificación: trastornos psiquiátricos primarios, las molestias dermatológicas derivan de una condición psiquiátrica subyacente y un trastorno cutáneo primario no es identificado, los ejemplos incluyen tricotilomanía, dermatitis artefacta y delirios de parasitosis. Los trastornos psiquiátricos secundarios ocurren cuando los pacientes desarrollan trastornos mentales secundarios a una afección cutánea subyacente que conduce a una desfiguración cosmética, ejemplos como vitíligo, alopecia areata y psoriasis vulgar; afectando la calidad de vida de estos pacientes y Trastornos sensitivos cutáneos, que son sensaciones anormales desagradables en la piel, tales como ardor y escozor, donde los pacientes no presentan ninguna causa médica dermatológica, neurológica u otra. Sin embargo, pueden tener problemas psiquiátricos subyacentes, se incluye glosodinia, vulvodinia y picazón crónica del cuero cabelludo4.
Dra. Patricia Karen Paucar Lescano1
1 médico dermatóloga, asistente del Hospital Essalud Huánuco II
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