Riesgos cardiovasculares con los inhibidores de JAK

04/01/2024  

Los inhibidores de JAK se utilizan entre otras cosas para enfermedades inflamatorias de la piel. Se pueden aplicar de forma oral o tópica. Una metaanálisis ha examinado si esto conlleva un mayor riesgo de eventos cardiovasculares graves o tromboembólicos.

Las quinasas Janus (JAK) son quinasas tirosina que se activan al unirse un citocina a un receptor de citocina. A continuación, en el núcleo se activa la transcripción de varios genes, entre ellos los de citocinas y quimocinas, lo que explica las propiedades antiinflamatorias, inmunomoduladoras y antiproliferativas de los inhibidores de JAK. Por lo tanto, se utilizan en artritis reumatoide, pero también en ciertas enfermedades de la piel y muestran una alta eficacia, ya que afectan a varios citocinas al mismo tiempo.

Inhibidores de JAK orales y tópicos para enfermedades de la piel

En el ámbito de las enfermedades inflamatorias crónicas de la piel (IMIDs), los inhibidores de JAK orales y tópicos se están utilizando cada vez más. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado su uso en dermatitis atópica (Upadacitinib, Abrocitinib y Ruxolitinib), vitíligo (Ruxolitinib) y alopecia areata (Baricitinib, Ritlecitinib). A pesar de que los inhibidores de JAK muestran una alta eficacia, su perfil de seguridad sigue siendo un punto de discusión, especialmente en lo que respecta al posible aumento del riesgo de eventos cardiovasculares graves y tromboembólicos venosos.

Una revisión ahora ha examinado si el uso de inhibidores de JAK en indicaciones dermatológicas conlleva un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y tromboembólicos [1]. Para ello, se evaluaron datos de 35 estudios controlados aleatorizados y de 20.651 pacientes. Los pacientes padecían dermatitis atópica, psoriasis (incluida la artritis psoriásica), alopecia areata o vitíligo. La proporción de mujeres y hombres fue aproximadamente igual (mujeres: 46%, hombres: 56%), y la edad media fue de 38,5 años.

Resultados de la revisión

El análisis no mostró diferencias significativas en cuanto a eventos cardiovasculares graves y mortalidad total entre los inhibidores de JAK y el placebo o las sustancias de comparación. Los análisis de subgrupos adicionales (inhibidores de JAK orales vs. tópicos vs. diferentes enfermedades) produjeron resultados similares. Tampoco se encontraron diferencias significativas entre los inhibidores de JAK y el placebo o las otras sustancias de comparación en cuanto a los eventos tromboembólicos venosos.

Los autores concluyeron que los inhibidores de JAK pueden ser una valiosa opción adicional para los pacientes con enfermedades inflamatorias autoinmunes que no responden a las estrategias de tratamiento tradicionales. Sin embargo, también señalaron los resultados del estudio ORAL Surveillance, que mostró un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y tromboembólicos graves, así como de aparición de tumores. En este estudio, sin embargo, solo participaron pacientes mayores (edad media 61 años) con artritis reumatoide, tratamiento con metotrexato concomitante y al menos un factor de riesgo cardiovascular.

Además, los períodos de observación de ambos estudios difirieron significativamente. Mientras que la revisión tenía una duración media de seguimiento de 4,9 meses, el estudio ORAL Surveillance se extendió durante cuatro años. Para evaluar de manera más completa la seguridad y los riesgos a largo plazo de los inhibidores de JAK en enfermedades inflamatorias autoinmunes, se necesitan más estudios con períodos de observación más largos.

https://www.vademecum.es/noticia-240104-Riesgos+cardiovasculares+con+los+inhibidores+de+JAK_19449