Rotura hepática en gestante residente en gran altura y la utilidad del monitoreo hemodinámico con doppler transesofágico.

RESUMEN

La rotura hepática es una complicación poco frecuente de la gestación que se asocia a preeclampsia y síndrome HELLP, aumentando la morbimortalidad materna. No hay reportados casos de esta patología en gestantes residentes en altura, a pesar de que se considera a la altura como un factor que influye en la gestación. En este artículo se reporta el caso de una gestante residente de la gran altura, la cual evidenció una rotura hepática con sangrado persistente, siendo reintervenida por cirugía de emergencia oportunamente gracias al monitoreo hemodinámico con doppler transesofágico.

CASO CLÍNICO

Paciente de 44 años, tercigesta, con 36 semanas de gestación, natural y residente de Cerro de Pasco (4,380 msnm). Con período intergenésico de 15 años, no registra antecedente de presión arterial elevada ni proteinuria en los controles prenatales. Ingresa por emergencia obstétrica refiriendo un tiempo de enfermedad de 5 horas, presentando epigastralgia y dolor en hipocondrio derecho. Funciones vitales dentro de límites normales, escala de glasgow de 15, hiperreflexia, palidez marcada, diuresis disminuida, y edema de manos y piernas. Latidos cardiacos fetales: 132 latidos/min. y altura uterina de 32 cm. Exámenes de emergencia: perfil de coagulación y plaquetas normales, hemoglobina disminuida, transaminasas elevadas, creatinina normal, frotis de sangre en lámina periférica normal, ausencia de proteínas en orina aleatoria (Tabla 1). Ecografía abdominal: hematoma hepático subcapsular de 820 mL. Ingresa a sala de operaciones (SOP) de emergencia hallando placenta previa total y un hemoperitoneo de 1,500 mL. de sangrado por rotura hepática en segmentos VII y VIII, procediendo a realizarle cesárea y taponamiento hepático con diez unidades de hemocolágeno. El producto de la gestación tuvo un adecuado desenlace, naciendo con Apgar 9, peso de 2.890 Kg, ingresando al servicio de neonatología. Desde el posoperatorio inmediato la paciente fue ingresa a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde se evidencia hipotensión, taquicardia, hipotermia y acidosis metabólica, indicándose fluidoterapia con cristaloides y coloides, mejorando la presión arterial media (Tabla 2). Se procede a colocar catéter venoso central, encontrándose la presión venosa central (PVC) disminuida, procediendo a iniciar el monitoreo hemodinámico con doppler transesofágico. Al inició se evidencio una ligera disminución del volumen sistólico y disminución de la entrega de oxígeno, sin embargo, a las 6 horas se evidencia mayor disminución del gasto cardiaco, del índice cardiaco, un aumento de la resistencia vascular sistémica y un mayor descenso de la entrega de oxígeno (tabla 3), por lo que reingresa a SOP encontrando persistencia del sangrado con hemoperitoneo de 1,000 cc y hematoma hepático en segmentos V, VI, VII y VIII, con rotura en el segmento VII. Se le realiza nuevamente taponamiento hepático. Terminada la cirugía, reingresa a la UCI, mostrando progresiva mejoría hemodinámica, (Tabla 3), a los 5 días se le retira el empaquetamiento, siendo dada de alta de cuidados intensivos a los 7 días.

A Tinoco-Solorzanoa  b 

AL Tácuna-Calderóna 

M Rueda-Camanac 

A Diaz-Seminariod 

A Salazar-Granaraa 

aUniversidad de San Martín de Porres, Facultad de Medicina Humana, Centro de Investigación de Medicina de Altura (CIMA). Lima, Perú.

bHospital Nacional Ramiro Priale Priale – Essalud, Servicio de Cuidados Intensivos e Intermedios. Huancayo, Perú.

cHospital II Pasco, EsSalud, Servicio de Gineco-Obstetricia, Cerro de Pasco, Perú.

dServicio de Cuidados Intensivos del Instituto Nacional Materno Perinatal, Lima, Perú.

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262019000400314&lng=es&nrm=iso&tlng=es