Rotura prematura de membranas: diagnóstico y manejo

RESUMEN

La rotura prematura de membranas se clasifica según la edad gestacional: a término (a partir de las 37 semanas de gestación), y pretérmino (antes de las 37 semanas). Esta se subdivide en cerca del término (34 y menos de 37 semanas), lejos del término (24 a 34 semanas) y previable (antes de las 24 semanas). Afecta a 8 % de las gestaciones; en pretérmino: 2 % y 4 % de las gestaciones únicas, 7 % a 20 % de las gemelares. Conlleva riesgos como corioamnionitis y desprendimiento prematuro de placenta normoinserta. La infección intraamniótica ocurre en 15 % a 35 % de los casos. El diagnóstico oportuno y el manejo adecuado son vitales para reducir la morbimortalidad asociada. El objetivo de esta revisión es abordar el diagnóstico y el manejo de la rotura prematura de membranas de acuerdo a la edad gestacional.

INTRODUCCIÓN

La rotura prematura de membranas (RPM) es la rotura de las membranas ovulares antes del inicio del trabajo de parto, que se manifiesta por la salida de líquido amniótico a través de los genitales externos (1). La RPM se clasifica según la edad gestacional en la cual ocurre. Cuando la rotura se presenta a partir de las 37 semanas de gestación se denomina RPM a término y si ocurre antes de las 37 semanas de gestación, se denomina rotura prematura pretérmino de membranas ovulares (RPPM); la misma se puede subdividir en RPPM cerca del término, cuando aparece entre las 34 semanas y menos de 37 semanas, RPPM lejos del término entre las 24 y 34 semanas y RPM previable si se presenta antes de las 24 semanas de gestación (2). La RPM ocurre con mayor frecuencia al término del embarazo, presentándose en el 8 % de las gestaciones (3); más infrecuente es la RPM pretérmino que complica un 2 % a 4 % de todas las gestaciones únicas, un 7 % a 20 % de las gestaciones gemelares y representa un 30 % de los partos pretérmino (4). Existen riesgos asociados a la RPM como corioamnionitis y desprendimiento prematuro de placenta normoinserta (1, 2, 5, 6). La infección intraamniótica evidente ocurre en el 15 % a 35 % de casos y la infección posparto en aproximadamente 15 % a 25 % de los casos, siendo esta mayor, en edades gestacionales más tempranas (1). Por ello, es fundamental aprender a identificar y manejar esta entidad con el objetivo de prevenir o reducir los desenlaces adversos maternos y neonatales. Una definición que se debe mencionar es el periodo de latencia, el cual es el tiempo que transcurre desde la rotura de membranas hasta el inicio de las contracciones uterinas. En la RPM a término el parto se desencadenará de forma espontánea en las siguientes 24 horas (3). En la RPM pretérmino, el periodo de latencia es de 7 días en el 50 % a 60 % de los casos y tiende a acortarse a medida que avanza la edad gestacional (2, 5). Prolongar el periodo de latencia es beneficioso para el neonato. Los estudios con mayor nivel de evidencia a la misma edad gestacional, no muestran un mayor riesgo de mortalidad cuando el parto prematuro se produce en un contexto de RPM pretérmino en comparación con el parto espontáneo con membranas integras.

Kenny Araujo-Vargas1, Luisa León-Villavicencio1 , Carlos Villegas-Márquez1 .

1 Unidad de Perinatología Dr. Freddy Guevara Zuloaga, Hospital Universitario de Caracas. Universidad Central de Venezuela.

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://www.sogvzla.org/wp-content/uploads/2024/02/10-R-84-1-Rotura-prematura-de-membranas-diagnostico-y-manejo-1.pdf