Las redes sociales y su papel en la medicina actual: una herramienta indispensable para los médicos

 

Israel Espino-Gaucin 1*, Carlos Eduardo Rodríguez Rodríguez 1, Javier Ruiz Ávila2, Javier Soto3, Catalina Ortiz Monasterio Ruge4, Rogelio Martinez Wagner51Departamento de Cirugía Plástica, Hospital General Dr. Manuel Gea González, Ciudad de México   
 ,  México.
2Dermato-Oncólogo y Director Médico de Dermedica, Ciudad de México, México.
3Cirujano Plástico y Reconstructivo, Instituto de Cirugía Plástica y Reconstructiva de Cartagena, Cartagena, Colombia.
4 Facultad de Medicina de México, Universidad La Salle, Ciudad de México, México.
5Clínica de Labio Leporino y Paladar Hendido, Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, Ciudad de México, México.

 

Abstract

Las redes sociales han tenido un impacto sustancial en los métodos actuales de desarrollo profesional y práctica dentro de la industria de servicios de salud. Han demostrado tener una amplia gama de aplicaciones adecuadas que facilitan la comunicación, la capacitación y la práctica médica. Actualmente, existen muchos sistemas web que permiten a las personas tener un perfil público o semipúblico, permitiendo la creación de conexiones compartidas con una lista de usuarios dentro del mismo sistema, que puede variar en naturaleza y terminología dependiendo del sitio en el que se utilice, dando forma al concepto de la red social. El propósito de esta revisión es resaltar la utilidad de las redes sociales en la medicina académica y su impacto en los servicios de salud.

Palabras clave

Redes Sociales, Medicina Académica, Servicios de Salud

 

  1. Introducción

Las redes sociales son servicios basados en la web que permiten a las personas construir un perfil público o semipúblico dentro de un sistema informático, formar conexiones dentro de un sistema y articular una lista de usuarios con los que se comparte una relación personal e impersonal [1]. La naturaleza y el catálogo de estas conexiones pueden variar de un sitio a otro [2]. Las redes sociales pueden ser sitios web o aplicaciones electrónicas, que permiten a los usuarios utilizar y distribuir información creada y compartida por otros usuarios [3]. A diferencia de los sitios web tradicionales, no están completamente limitados por derechos de autor; una razón por la que esto facilita un intercambio de información en tiempo real simplificando la participación interactiva y la discusión por parte de los usuarios [4] .

Hoy en día las redes sociales forman parte de la vida cotidiana de sus usuarios; Facebook tiene 2234 millones de usuarios activos mensuales en el mundo, 1500 millones en YouTube y WhatsApp, 813 millones en Instagram, 794 millones en Tumblr, 330 millones en Twitter y 260 millones en Linkedln (Tabla 1) [5] . Su objetivo principal es la conexión, representando intereses, actividades, identidades, o profesiones, convirtiéndose en una herramienta útil para todo tipo de información científica [6]. Sobre la base de ello, facilita el intercambio instantáneo de información, lo que permite a los usuarios interactuar y discutir, a diferencia de los sitios web tradicionales [7] .

Debido al cambio en las formas actuales de comunicación y la aceptación de las redes sociales por parte del público en general y los proveedores de servicios de salud, se abre la puerta a una nueva dimensión en la atención médica [8]. Por estas razones, es necesario revisar las ventajas y limitaciones de las redes sociales, así como el impacto de su uso indebido.

  1. Objetivos y usos de las redes sociales en el ámbito de la salud

Los objetivos de los profesionales de la salud al utilizar las redes sociales son:

1) Aprendizaje a través de la información digital.

2) Compartir conceptos médicos con el público en general.

3) Sensibilización sobre la educación para la salud.

4) Creación y puesta en valor de estudios de investigación.

5) Conocer las características epidemiológicas y demográficas de una población, así como sus enfermedades.

6) Generar medicina basada en la evidencia.

7) Marketing [9] [10] .

Por otro lado, según una revisión sistemática realizada en 2013, hay siete usos clave de las redes sociales para la comunicación en salud, que son: 1) proporcionar información de salud en una variedad de condiciones, 2) proporcionar respuestas a preguntas médicas, 3) facilitar el diálogo paciente-paciente y paciente-profesional de la salud, 4) recopilación de datos sobre experiencias y opiniones de pacientes,  5) intervención sanitaria, promoción de la salud y educación sanitaria 6) reducir el estigma de la enfermedad,

Redes Sociales

Usuarios activos

Facebook (en inglés)

2234 millones

YouTube (en inglés)

1500 millones

Whatsapp

1500 millones

Instagram (en inglés)

813 millones

Tumblr

794 millones

Twitter

260 millones

Linkedln

260 millones

Tabla 1. Estadísticas de usuarios activos en redes sociales.

  1. Diferencias de usuarios activos en redes sociales en el mundo. Los usos académicos de estas redes sociales han cambiado la forma en que los seres humanos obtienen conocimiento.

y 7) proporcionar consultas en línea [8] [11] . Silas et al., a través de la implementación de 257 encuestas, informaron que el 54% de los médicos utilizan las redes sociales para fines laborales, refiriéndose específicamente a la actualización de la atención médica, la comunicación con otros médicos, la oferta de servicios y el liderazgo con los pacientes [12] .

Alsobayel et al., informaron sobre el desarrollo profesional a través de las redes sociales en especialistas en salud, en los que entre los especialistas entre 20 y 30 años, 70,6% de los médicos utilizan las redes sociales con fines de desarrollo profesional, dominio del conocimiento y resolución de problemas. Las redes sociales más utilizadas por estos profesionales fueron Twitter, YouTube, Instagram, Facebook, Snapchat y LinkedIn; Siendo Twitter la que se percibe como la red social más útil por los profesionales académicos [13].

  1. El impacto de las redes sociales en el ámbito de la salud

En el campo de la salud, el impacto real de las redes sociales va más allá de lo escrito en la literatura actual. El uso de estas plataformas virtuales permite compartir procedimientos en tiempo real, divulgación científica y comunicación virtual de carácter científico, en los que se comparten experiencias que pueden tener un impacto en una población a veces heterogénea [14][15][16]. Se han documentado estudios, como el realizado por Dean Mattingley en 2017, que muestra resultados, donde el impacto de las redes ha cambiado el tiempo, utilizado para obtener información académica. Según Mattingley, se pueden utilizar de 11 a 13 horas en búsquedas relacionadas con la salud. Las redes sociales más comunes para este fin son: Facebook (86%), Medscape Physician Connect (52%), LinkedIn (42%), YouTube (40%), Blogging (25%) y Twitter (20%) [10] [11] [12] [Tabla 1].

En el ámbito educativo, el impacto en los profesionales de la salud es innegable. Anteriormente, la educación médica estaba limitada por la necesidad de una presencia física en las aulas donde se impartía la conferencia. Actualmente, la formación puede ser a distancia y sin tutoría de interacción cara a cara [17] [18] . Twitter es la red más utilizada en este tipo de entrenamiento. Mediante el uso de mensajes de hasta 280 caracteres llamados tweets, permite la interacción de ideas de todo el mundo sobre líneas de investigación comunes o relacionadas. Los tweets pueden ser de naturaleza personal, científica, social o promocional. Twitter ya es un espacio de discusión académica fuera del aula y hacia el público. Como se muestra  en la Figura 1  donde la promoción y discusión del uso de lupas versus alcance en el trauma de las extremidades inferiores que se promueve a través de un tweet (Figura 1) [19] . Al analizar los tweets médicos en la red, se ha identificado el comportamiento de las publicaciones y grupos médicos sobre ciertos temas, encontrando mensajes profesionales donde pueden exponer y desarrollar problemas de salud, en general, tan mejor que en un aula académica. Un claro ejemplo hoy es el Colegio Americano de Cirujanos, que creó una plataforma para la conexión en tiempo real que brinda una oportunidad para que estos especialistas promuevan la enseñanza, faciliten el aprendizaje en lugares distantes y la resolución de problemas, convirtiéndose en una comunidad virtual de una asociación médica [20] [21].

Figura 1. Ejemplo típico de twitter utilizado como un espacio web para compartir ideas personales y promover la discusión académica fuera del aula.

Por otro lado, es importante mencionar el impacto negativo de las redes sociales donde los errores más comunes son la divulgación de información, fotografías y datos personales de los pacientes, sin el consentimiento informado pertinente. En 2016, Garg et al. encontraron varios eventos profesionales de alto riesgo al informar a los residentes que sus colegas médicos expusieron información identificable del paciente e imágenes clínicas de pacientes sin su consentimiento informado, así como actividades inapropiadas en instituciones médicas [22]. En este marco y a través del análisis de 5156 tweets, se encontraron 260 usuarios, mostrando que en el 3% de los tweets fueron categorizados como no profesionales, el 0,7% contenía posibles violaciones a la privacidad del paciente, el 0,6% contenía blasfemias, el 0,3% material sexualmente implícito y el 0,1% contenía declaraciones discriminatorias [23].

Además, se han documentado comportamientos no profesionales en redes sociales, mostrando drogas ilícitas y material relacionado con contenido racista o sexista. Por lo tanto, es importante mencionar que debe hacerse de manera responsable, dentro y fuera de las instituciones académicas u hospitalarias donde se emplea [24] [25].

  1. Redes sociales y educación médica

Anteriormente, el aprendizaje del personal de salud estaba limitado por la necesidad de obtener solo información física, ya que no había otros medios de comunicación. Lo mencionado anteriormente, utilizando las redes sociales puede reunir virtualmente a profesionales de la salud e interactuar con médicos de todo el mundo, que comparten intereses profesionales o realizan investigaciones similares. Estas conexiones mejoradas permiten a los profesionales de la salud aprender nuevas ideas y permite oportunidades para la colaboración intelectual en tiempo real o en el mismo espacio virtual [26] [27]. Por ejemplo, el Colegio Americano de Cirujanos permite a los cirujanos asociados conectarse en tiempo real con cirujanos afiliados de otras partes del mundo, donde se responden preguntas o se obtiene información sobre temas relevantes [28].

Toda esta educación sanitaria a través de las redes sociales puede dirigirse a un grupo de pacientes, con lo que esta información adquirida a través de estos foros de discusión permite una mejor comprensión de su patología y mejoras en el tratamiento [29]. Tradicionalmente, los médicos se centraban en el aprendizaje en el aula y la asistencia in situ a conferencias nacionales e internacionales para obtener nuevos conocimientos. Las redes sociales han modificado este comportamiento permitiéndoles obtener la misma información a través de dispositivos electrónicos. Twitter, Facebook y YouTube se han posicionado como las redes más importantes a la hora de interactuar en grupos de discusión con médicos y pacientes con líneas de interés comunes de todo el mundo, con líneas de investigación comunes. Esto crea una oportunidad para compartir y colaborar social y académicamente entre ellos [30].

  1. Las redes sociales y la relación médico-paciente

Las redes sociales y la relación médico-paciente han creado un vínculo nunca antes visto para la atención médica, creado por el flujo constante de comunicación que existe hoy entre estos dos [31]. Es innegable que el paciente tiene un mayor papel activo en su salud, por lo que hoy en día tenemos grupos de pacientes que están más informados o con una interpretación errónea de la información. Además, presentan una mayor participación en su diagnóstico, evolución y tratamiento [32]. Esto sucede, ya que no toda la información que obtienen los pacientes proviene de una fuente confiable, y, en caso de obtener información de salud y no ser debidamente guiados por un profesional, puede llevar a la pérdida de confianza del paciente en el sistema de salud o a una mala interpretación [33].

Para obtener los mayores beneficios de las redes sociales en la relación médico-paciente, es esencial tener un compromiso mutuo, así como su participación activa, que modifique su comportamiento y comprensión. Los médicos deben aconsejar a los pacientes que se centren en realizar búsquedas de calidad en redes sociales verificadas que estén respaldadas académicamente. Esto nos llevará a satisfacer sus necesidades de conocimiento y asegurar que puedan obtener información confiable, lo que a la larga se reflejará en mejores pronósticos para los pacientes [34].

Uno de los ejemplos más claros es el de las enfermedades crónicas, en las que las redes sociales profesionales han demostrado utilidad e impacto positivo en pacientes que necesitan refuerzo para el asesoramiento médico y una mejor adherencia a la terapia [35]. Esto se logrará a través de una conexión continua o en tiempo real con el profesional de la salud, que percibe más tiempo de atención médica personalizada y de calidad y permite al médico monitorear los cambios que existen [36] [37] [38] .

Es importante destacar que esta comunicación proporcionada por las redes sociales entre el médico y el paciente debe llevarse a cabo de manera profesional, sistemática y reflexiva, sin invadir la privacidad y respetando en todo momento la relación médico-paciente. Es esencial controlar la calidad y fiabilidad de la información adquirida y publicada [39] . La privacidad de los usuarios no debe ser invadida ya que aunque todavía no existen regulaciones sobre el tema, el médico debe basar su relación en un trato ético, digno y debe contar con aprobación verbal y consentimiento informado para evitar conflictos posteriores en su atención médica [40].

Por otro lado, el médico y el paciente pueden interactuar continuamente en tratamientos en enfermedades agudas y crónicas, constituyéndose como un medio adecuado para obtener información clínica y satisfacer las necesidades del paciente que en entornos presenciales no serían satisfechas [41]. El enfoque que ofrecen las redes sociales hoy en día, no solo nos permite conocer las necesidades de los pacientes de una manera más profesional, directa y rápida, sino que también permite al médico en cuestión analizar los factores subyacentes que apoyan el entorno y la salud de los pacientes [42]. Esto, a su vez, mejora el compromiso del paciente, impactando positivamente en la evolución clínica, posicionándose como una herramienta en la oferta de tratamientos médicos y servicios de salud, con claros beneficios para la salud del paciente [43].

Dos redes importantes en esta área son Twitter e Instagram, en las que, si la información se obtiene de cuentas de organizaciones de salud verificadas, se pueden obtener imágenes e información basada en evidencia clínica y metodológica relevante. Esto permite una difusión libre, confiable y eficiente, en tiempo real, lo que facilita la comprensión de la información entre pacientes y profesionales de la salud [44] [45] [46] .

  1. El uso inadecuado de las redes sociales en el área de la salud

Las redes sociales no siempre son beneficiosas para los profesionales de la salud y los pacientes, ya que, aunque representan una herramienta eficaz e indispensable, pueden estar llenas de información engañosa y ser utilizadas por “charlatanes” o usurpadores de salud, que buscan obtener beneficios económicos sin apoyo profesional. Por ejemplo, productos milagrosos o médicos que realizan procedimientos estéticos sin tener capacitación formal en el tema [47] [48] .

La confidencialidad y privacidad de los usuarios son de suma importancia a la hora de intercambiar información entre el médico y el paciente, o entre el personal sanitario. La información obtenida de archivos físicos, electrónicos y fotográficos por los médicos tratantes puede ser utilizada de manera inadecuada, poniendo en riesgo al paciente, al prestigio profesional y a la institución de salud donde es tratado [49] [50]. Es una situación en la que pueden participar médicos tratantes u otro personal sanitario relacionado con la atención al paciente; Por lo tanto, este es un tema que no debe tomarse a la ligera. Este problema debe evitarse teniendo siempre el consentimiento informado, manteniendo la confidencialidad de cada caso y evitando el uso de dispositivos electrónicos y redes sociales personales para almacenar información personal de un paciente [51] [52] .

Los profesionales de la salud deben tener mucho cuidado con la interacción en redes sociales como Twitter, Instagram, Facebook o WhatsApp, donde el mero envío de una solicitud de interacción entre médico y paciente puede malinterpretarse y poner en riesgo la relación [53]. Se recomienda que la información compartida sea siempre de una cuenta de tipo profesional, nunca de una personal. Además, los profesionales de la salud deben y hacer y publicar solo mensajes de tipo profesional, nunca pasando por alto la evaluación personal y la interacción de la consulta médica [54] .

Por esta razón, para evitar el uso inadecuado de las redes sociales en medicina, el

Reservar el uso de la comunicación digital para el seguimiento cara a cara de los pacientes.

Revise la información para garantizar la exactitud del contenido.

Refiera a los pacientes solo a sitios y fuentes confiables.

Antes de publicar cualquier información, considere el mensaje y el contenido.

Diferenciar las publicaciones individuales de las profesionales

Mantenga separados los contactos personales y profesionales.

Examine constantemente el material disponible que se comparte en la red social.

Implemente TI para mensajería segura e intercambio de información.

Siga las prácticas y políticas institucionales para el acceso remoto y móvil.

Tabla 2. Recomendaciones del Colegio Americano de Médicos.

American College of Physicians publicó algunas recomendaciones que son de importancia para el personal de salud (Tabla 2) [55] .

Por último, cada día hay más información donde no se recomienda el uso de las redes sociales durante las horas de trabajo de los profesionales sanitarios, ya que disminuyen la productividad en un 1,5%, y pueden distraer al usuario a la hora de realizar su trabajo. Por esta razón, es necesario utilizar las redes sociales durante las horas de trabajo con prudencia y siempre enfocadas en el beneficio de los pacientes y las instituciones de salud donde trabajan [56].

  1. Conclusiones

Los logros que se han logrado en la práctica médica con las redes sociales son evidentes. Permiten tener una comunicación interactiva y en tiempo real con los pacientes, así como ayudar a establecer metas, mejorar la atención al paciente y crear lazos de confianza que permitan un fortalecimiento de la relación médico-paciente.

Si las redes sociales se utilizan correctamente, el médico obtiene beneficios por su formación, interacción con el paciente y en su práctica médica. También hay beneficios para el paciente, ya que tienen una participación más activa e informada en su atención médica, lo que elimina la atención médica paternalista que antes era la única forma de practicar la medicina.

La interacción del médico con el paciente en las redes sociales debe ser considerada en todo momento, siempre protegiendo la información del paciente. Se recomienda obtener un formulario de autorización de consentimiento para uso profesional (investigación, conferencias, etc.) para datos, como imágenes de pacientes. Además, es necesario implementar regulaciones estrictas y objetivas en cada institución de salud sobre el uso de las redes sociales, para evitar la divulgación de información falsa o personal de los pacientes. El uso por parte del personal de salud debe ser responsable y corresponde al usuario mantener el control de la información que se comparte.

Agradecimientos

Agradecimientos al Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Manuel Gea González por el apoyo en la realización de este artículo.

Conflictos de intereses

Los autores declaran no tener conflictos de intereses con respecto a la publicación de este artículo.

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