Simulación en urología

Resumen

El entrenamiento quirúrgico basado en simulación, es un método complementario de enseñanza cada vez más utilizado. Permite acortar las curvas de aprendizaje, desarrollar las habilidades técnicas y no técnicas, de la misma forma agilizar las competencias, en un entorno que no comprometa la seguridad del paciente, con la finalidad de transferir las destrezas aprendidas a la sala de operaciones.  Dentro de la urología, la mayoría de los simuladores desarrollados son en el campo de endourología. Para la cirugía laparoscópica y robótica existe un número limitado de modelos específicos de procedimiento, destacando los modelos de realidad virtual. La incorporación de estos en una malla curricular, debe estar fundada y apoyada en el estado de validez de cada uno de los simuladores.
El objetivo de esta revisión es entregar información acerca de los modelos de simulación, de mayor relevancia en las diferentes áreas de la urología, como también la validez objetiva y subjetiva de cada uno de estos.

Introducción

La simulación es la creación de un ambiente artificial controlado, que emula situaciones y puede ser utilizada en distintas disciplinas. En las últimas 2 décadas ha existido un creciente desarrollo dirigido a la práctica quirúrgica.
La simulación tiene ventajas claras en el entrenamiento médico, como la presentación de escenarios en donde hay “permiso para fallar”, los alumnos pueden practicar repetidamente un procedimiento, sin causar daños al paciente, facilitando la experiencia de aprender aspectos de una técnica quirúrgica. La principal utilidad de la simulación, se ha visto con el desarrollo de técnicas mínimamente invasivas, en donde tiene un rol preponderante en la enseñanza de estas.
El diseño de simuladores ha presentado un alza, debido a la comprensión de que parte de la enseñanza de una técnica puede ser realizado de manera independiente a la presencia del paciente y que las habilidades pueden ser desarrolladas en modelos de entrenamiento. De forma paralela se ha generado la necesidad de evaluar estos simuladores, a través de estudios de validación, para establecer su valor educativo. (1)
Las habilidades técnicas se pueden adquirir usando distintos tipos de modelos, como simuladores de realidad virtual (VR), modelos de mesa, animales vivos o tejido animal y cadáveres humanos, cada uno con sus propias ventajas y desventajas.
Al evaluar un instrumento se debe considerar la validez basada ​​en las definiciones de McDougall y Van Nortwick:
1.-Validez aparente:
Opiniones, incluye la de inexpertos, con respecto al realismo del simulador.
2.-Validez de contenido:
Opiniones de expertos sobre el simulador y su idoneidad para el entrenamiento.
3.- Validez de construcción:
– Dentro de un grupo:
Capacidad para evaluar y diferenciar niveles de experiencia de un individuo o grupo en un periodo de tiempo.
– Entre grupos:
Capacidad para distinguir entre diferentes niveles de experiencia.
4.-Validez concurrente:
Comparación del nuevo modelo con el anterior y el Gold estándar.
5.- Validez predictiva:
Correlación del rendimiento con el simulador y del rendimiento en pabellón.
Los elementos subjetivos de evaluación incluyen la validación aparente y de contenido donde los participantes juzgan aspectos del simulador. Los elementos objetivos incluyen validez de constructo, validez concurrente y validez predictiva.
En general, se considera que la evidencia mínima para el uso del simulador debe incluir la validez aparente, de contenido y constructo.
En este trabajo se describen los modelos de entrenamiento con mayor validez disponibles, enfocados en el área endourologica, cirugía laparoscópica y robótica, además de características necesarias, adicionales, para implementar el proceso de simulación en el entorno más adecuado y fructífero.

Ricardo Aedo S. 1, Marcelo Kerkebe L. 1,2

  1. Universidad de Chile; 2. Hospital Dipreca/ Clínica Las Condes

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