Síndrome de Ekbom: reporte de un caso en un paciente anciano

RESUMEN

El síndrome de Ekbom, también conocido como delirio de parasitosis, consiste en la creencia de estar infestado por insectos u organismos vivientes que recorren el cuerpo de quien lo padece sin que haya evidencia de ello. Las quejas suelen estar centradas en esta idea de parasitación, no obstante también se puede acompañar de ansiedad o depresión. Este trastorno puede ser sin patología médica asociada (primario) o con patología orgánica asociada (secundario). Se presenta el caso de un varón de 81 años que presenta un cuadro compatible con este síndrome, así como la respuesta al tratamiento con antipsicóticos y antidepresivos.

CASO CLÍNICO

Se trata de un varón de 81 años de edad, viudo desde hace 2 años, que vive solo con dos cuidadoras desde hace un mes y medio. Tiene un Barthel de 100 y no presenta deterioro cognitivo conocido. En cuanto a las patologías que presenta el paciente, destaca hipertensión arterial, diabetes mellitus de larga evolución y dislipemia. Además, está en seguimiento por cirugía vascular por úlceras vasculares en extremidades inferiores. No presenta hábitos tóxicos. El paciente está en tratamiento con ácido acetil salicílico 100mg/24h, metformina 850mg/12h, atorvastatina 40mg/24h, eprosartán/hidroclorotiazida 600/12,5mg/24h.

Acude a la consulta de Geriatría derivado desde Atención Primaria para valoración por posible deterioro cognitivo. Se encuentra acompañado de su hija y refiere haber visitado en reiteradas ocasiones la consulta de su médico de familia comentando que tenía sensación de “hormigas” por todo el cuerpo y con prurito. Está sensación comenzó hace aproximadamente un año y se mantiene durante todo el día, siendo menos predominante en la noche. Durante la entrevista comenta que ha intentado aliviar estos picores con distintos productos (laca, alcohol…), con escasa mejoría. El paciente aporta una servilleta donde refiere que están estas hormigas. A su visualización se objetivan restos de piel y algún vello corporal. Se encuentra muy alterado por “las hormigas que recorren su cuerpo” e incluso ha dejado de hacer alguna de las actividades que realizaba habitualmente como salir con amigos al hogar del jubilado o al parque. Además, también había restringido la visita de familiares por temor a contagiarles.

A la exploración física destacan múltiples excoriaciones en brazos, piernas y cara, además de alguna cicatriz atrófica. No se constata la infestación parasitaria. El resto de exploración como auscultación cardíaca, auscultación pulmonar, abdomen y exploración neurológica no tiene hallazgos significativos.

A la exploración psicopatológica el paciente se encontraba alerta, orientado, aunque con cierto grado de suspicacia. Mostraba un discurso centrado en el delirio de parasitación y con gran componente ansioso. No presentaba ideas suicidas ni ideas de heteroagresividad.

Se solicita analítica completa. Hemograma: hemoglobina 11,3 g/dl, hematocrito 38,1 %, volumen corpuscular medio 93,7 fl, leucocitos 9.400/mm3, plaquetas 183.000/mm3, proteína C reactiva: 5 mg/l. Perfil férrico, ácido fólico y vitamina B12 normales. Coagulación: INR 1,1. ATTP 26/30. Bioquímica: glucosa 115 mg/dl, ácido úrico 4,3 mg/dl, albúmina 2,8 g/l, urea 24 mg/dl, creatinina 0,6 mg/dl, hemoglobina glicosilada 7,2 %; sodio, potasio, cloro, calcio, fósforo, bilirrubina, fosfatasa alcalina y perfil hepático en rangos de referencia. Hormonas Tiroideas: TSH 2,69, T4 libre 1,52. Sistemático de Orina: Sedimento sin alteraciones. Se amplía estudio radiológico con radiografía de tórax que no mostraba alteraciones significativas; y con tomografía computerizada craneal donde se objetivaba retracción parenquimatosa y encefalopatía vascular difusa.

Se realiza Mini Mental State Examination (MMSE) siendo de 28/30 (rango de no deterioro cognitivo), y se realiza la escala de depresión geriátrica de Yesavage que es de 11 (dentro de los límites de depresión).

Se solicitó interconsulta a Dermatología, quien pautó tratamiento para las excoriaciones y descartó otras causas de prurito. Por otro lado, se realizó interconsulta a Psicogeriatría quien, tras evaluar la anamnesis, exploración física y pruebas complementarias, llegó al diagnóstico de síndrome de Ekbom secundario posiblemente a sus patologías de base (diabetes de larga evolución, leucoencefalopatía vascular difusa…). El manejo de este paciente fue el inicio de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) por el cuadro depresivo que presentaba (citalopram 20 mg/24h) y por otro lado neurolépticos (quetiapina 25 mg/24h). Además, se hizo hincapié en el buen control de los factores de riesgo cardiovascular.

A lo largo de los 8 primeros meses, el paciente refiere una notable mejoría, así como los familiares, que han observado una disminución de las ideas delirantes y que ha vuelto a retomar actividades sociales que realizaba previamente.

Elisa García Tercero1  , Victoria Landaluce Pelligra1  , María Alonso Seco1  , Leonel Alejandro Porta González1 

1MIR de Geriatría. Servicio de Geriatría. Hospital Virgen del Valle. Toledo (España).

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http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1699-695X2020000100009&lng

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