Síndrome de Horner durante anestesia neuroaxial en anestesia obstétrica – revisión de la literatura
- netmd
- 17 de agosto de 2020
- Anestesiología
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Resumen
Antecedentes:
El bloqueo neuroaxial obstétrico se emplea frecuentemente durante el trabajo de parto; sin embargo, como en todo procedimiento se han reportado complicaciones, dentro de las cuales se encuentra el síndrome de Horner.
Objetivo:
Caracterizar la incidencia, fisiopatología y manejo del síndrome de Horner durante la anestesia neuroaxial.
Métodos:
Se realizó una revisión de literatura mediante la búsqueda de artículos relacionados con el tema en PubMed y Web of Science.
Resultados:
La incidencia del síndrome de Horner tras bloqueo neuroaxial es muy variable siendo mayor en casos de cesárea que durante trabajo de parto (4% vs 0,4%-1,3%). Factores que promueven el esparcimiento cefálico del anestésico, la sensibilidad neuronal incrementada, los cambios fisiológicos y anatómicos inducidos por el embarazo, y en algunos casos el mal posicionamiento del catéter, explicarían esta asociación. La mayoría de veces se trata de un fenómeno benigno el cual se resuelve espontáneamente en menos de 4 horas; no obstante, se debe monitorizar la aparición de inestabilidad hemodinámica o sintomatología atípica que obliguen a ampliar los estudios diagnósticos y/o interrumpir el anestésico.
- Introducción
El síndrome de Horner es una complicación rara reportada de la anestesia neuroaxial. Los signos neurooftalmológicos que implican el síndrome de Horner (miosis, ptosis, anhidrosis) no solo causan ansiedad entre las pacientes y personal médico, sino que también pueden anunciar el inicio de hipotensión materna[1 ]. No obstante, la mayoría de veces se trata de un fenómeno benigno y la presencia del síndrome de Horner no debería llevar a la interrupción del bloqueo neuroaxial, pero sí a una monitorización de presión arterial y de bienestar materno-fetal continua[2 ].
Actualmente, el bloqueo neuroaxial durante el trabajo de parto, es una práctica anestésica frecuente (en más del 50% de los partos de instituciones en Estados Unidos)[3 ] y los reportes del síndrome de Horner como complicación durante anestesia epidural van en aumento. Por consiguiente, el propósito de esta revisión de tema es informar a los pacientes y médicos (anestesiólogos, neurólogos, oftalmólogos) sobre la incidencia, fisiopatología y manejo del síndrome de Horner durante la anestesia epidural.
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Incidencia de la enfermedad
En el mundo no hay datos epidemiológicos del síndrome de Horner aislado en adultos[4 ]. Los datos disponibles provienen de un estudio poblacional en Estados Unidos en población pediátrica. En éste la incidencia ajustada para edad y sexo fue de 1,42 por 100.000 pacientes menores de 19 años. Once de los 20 casos fueron congénitos y la prevalencia al nacimiento fue de 1 en 6.250 [95% CI 3.333 a 10.000][5 ].
Por otro parte, la analgesia epidural-espinal combinada y epidural lumbar son comúnmente usadas para el alivio del dolor durante el parto debido a su efectividad y seguridad[6 ]. De hecho, la anestesia general durante la cesárea ha disminuido enormemente[7 ]. En un estudio prospectivo en Estados Unidos, en el que participaron 30 instituciones, se recolectaron durante 5 años datos de aproximadamente 257.000 pacientes a quienes se les administró anestesia neuroaxial o general. En éste se empleó anestesia neuroaxial en 76% de los partos vaginales y en 94,4% de las cesáreas en 5 años[8 ]. En Colombia, no hay datos epidemiológicos concretos disponibles, pero es importante resaltar que si bien el bloqueo neuroaxial es cada vez más frecuente en nuestro medio, solo las mujeres con planes de atención privada acceden a ella sin impedimentos[9 ].
La literatura reporta una frecuencia de complicaciones oftalmológicas y neurológicas de 1 por cada 10.000 procedimientos de anestesia neuroaxial. Estos reportes generalmente solo incluyen déficits neurológicos y oculares persistentes y severos, probablemente excluyendo pacientes con síntomas transitorios o leves. Dentro de las complicaciones neurooftalmológicas se encuentra el síndrome de Horner[10 ]. Este síndrome se ha asociado a diversas técnicas de anestesia regional[11 ]. De hecho, el primer caso de síndrome de Horner como efecto secundario al uso de anestesia epidural lumbar fue reportado en 1972 por Kepes[12 ]. Se cree que es más común después del bloqueo neuroaxial en mujeres embarazadas y ciertamente se ha descrito con mayor frecuencia en gestantes tras anestesia epidural probablemente por cambios fisiológicos y anatómicos que acontecen durante la gravidez[11 ]. Al buscar en población no grávida se encuentra un estudio de 439 pacientes quienes reciben analgesia epidural torácica tras mastectomía, con una incidencia de síndrome de Horner similar (1,4%) a la reportada en población obstétrica[1 ].
Ahora bien, la incidencia de Síndrome de Horner reportada en anestesia epidural durante trabajo de parto oscila entre 0,4%-1,3% y para cesárea hasta 4%[11 ]. No obstante, dado el espectro de severidad de los síntomas de esta entidad, se cree que hay un subregistro epidemiológico de los casos pues la mayoría de pacientes son asintomáticas[13 ] o los cambios sutiles clínicos pueden haber sido ignorados durante su presentación. Por ejemplo, en un estudio prospectivo se demostró una incidencia de 75% de síndrome de Horner en embarazadas que reciben anestesia epidural[14] cuando específicamente se exploraba por cambios pupilares u otras manifestaciones de bloqueo simpático cervical[15]. En este mismo estudio la anestesia caudal se asoció con una incidencia mayor de síndrome de Horner, reportada como de 55%[1 ]. Particularmente durante la búsqueda no se encontraron reportes de síndrome de Horner asociado a anestesia obstétrica espinal.
Anamaria Leguizamón Stevenson 1 ,2
1 Médico General, Universidad de los Andes.
2 Residente de Oftalmología, Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia.
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
https://revistachilenadeanestesia.cl/revchilanestv49n02-06/