Síndrome de Sagliker: presentación de dos casos y revisión de la literatura

Resumen

El síndrome de Sagliker (SS) es un síndrome descrito en el paciente con enfermedad renal crónica (ERC) asociado con hiperparatiroidismo secundario (HPS). Reportamos el tercer y el cuarto casos en México: un hombre de 25 años y una mujer de 23, ambos diagnosticados con trastorno mineral óseo (TMO) y SS en el programa de hemodiálisis (HD). Se describen la evolución clínica, los exámenes de laboratorio relevantes, las anormalidades en las imágenes radiológicas y tomográficas, y las reconstrucciones de huesos; además, se realiza una revisión de la literatura. Las características clínicas y los hallazgos en los estudios nos permitieron definir estos casos como SS. La detección oportuna y el manejo adecuado del HPS en la enfermedad renal pueden prevenir las alteraciones descritas en el SS y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Primer caso

Paciente masculino de 25 años que fue referido a Nefrología de forma posterior a la extirpación de un tumor en la columna a nivel de T9 (Fig. 1). En las imágenes de resonancia magnética se observó una lesión en T9 de intensidad sólida, irregular, que involucraba el cuerpo vertebral y elementos posteriores, de 106 × 177 mm. El paciente presentaba antecedentes de ERC G5 secundaria a una glomerulonefritis membranoproliferativa e hipertensión arterial. Inició una terapia de soporte renal con diálisis peritoneal (DP) y cambio de modalidad por peritonitis; actualmente se halla en HD. Al notar su apariencia facial, fue interrogado sobre estos cambios y refirió que habían sido progresivos (Figs. 2 AC). Presentaba anemia, trombocitopenia, hormona paratiroidea intacta (PTHi: 2,026 pg/ml), fosfatasa alcalina de 563 U/l y magnesio de 3.1 mg/dl. La albúmina, el calcio, el fósforo, el producto calcio-fósforo, el perfil de lípidos, el hepático y el tiroideo se hallaban dentro de parámetros normales. No se realizaron niveles de 25-hidroxivitamina D o 1,25-hidroxivitamina D.

La biopsia de la tumoración vertebral reportó un tumor pardo asociado con el HPS.

Se obtuvieron radiografías de la cabeza, el abdomen, la pelvis, los brazos y el fémur (Figs. 3 AF). Las imágenes de las figuras 3 A y B corresponden a las radiografías lateral y anteroposterior del cráneo. Se observa una reacción perióstica engrosada lisa, que se describe como un patrón moteado con lesiones líticas puntiformes, redondeadas y ovales. Las deformidades en el cráneo y faciales son evidentes, con protrusión dentaria e irregularidad de las piezas. La figura 3 C muestra una radiografía de la columna, con cambios crónicos degenerativos, osteopenia y lesiones líticas en prácticamente todos los cuerpos vertebrales, así como una alteración en el eje con una leve rotoescoliosis de convexidad a la derecha, y se observa una lesión expansiva por un tumor pardo en S1. La figura 3 D es una radiografía de la pelvis, con lesiones osteolíticas, además de la deformidad en la cresta ilíaca derecha. Se observan imágenes radiolucentes en relación con tumores pardos. Las figuras 3 E y F muestran osteopenia y múltiples zonas radiolucentes redondeadas y ovoideas de aspecto lítico, así como la cortical respetada y discretamente gruesa. Se observa un tumor pardo en el tercio proximal del radio izquierdo.

Segundo caso

Paciente femenino de 23 años con ERC de grado V desde hace cuatro años de etiología desconocida. Realizó DP durante un año, pero debido a una peritonitis cambió a HD. Se complicó con un TMO caracterizado por clínica de alto recambio por HPS, compuesto por hiperfosfatemia, hipocalcemia, fosfatasa alcalina alta, PTHi elevada y acidosis metabólica. Cursó con cambios faciales notorios durante el transcurso de la enfermedad (Figs. 2 DF). En la radiografía del tórax (Fig. 3 G) se aprecian notables lesiones óseas radiolúcidas en la parrilla costal correspondientes a quistes y en la tomografía del tórax se observan lesiones quísticas en la parrilla costal. En la figura 4 I se evidencian las lesiones en la parrilla costal. La figura 4 J es una reconstrucción en 3D donde se aprecian la deformidad facial por tumores pardos en el maxilar superior y la protrusión dental. Tras 48 meses en HD la paciente recibe un trasplante renal de cadáver con buena evolución.

Gerardo R. Padilla-Ochoa1*, Jonathan S. Chávez-Iñiguez2,3, José A. Magaña-Urzúa4, Jorge E. Plata-Florenzano5

1Servicio de Nefrología, Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospital General de Zona N.° 1, Villa de Álvarez

2Servicio de Nefrología, Hospital Civil de Guadalajara «Fray Antonio Alcalde», Guadalajara, Jal.

3Departamento de Clínicas Médicas, Universidad de Guadalajara, Centro Universitario Ciencias de la Salud CUCS, Guadalajara, Jal.

4Servicio de Neurocirugía, Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospital General de Zona N.° 1, Villa de Álvarez

5Servicio de Radiología, Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospital General de Zona N.° 1, Villa de Álvarez. México

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