Terapia física en la hipofunción vestibular unilateral y bilateral

RESUMEN:

Introducción:

La rehabilitación vestibular (RV) basada en la terapia física, tiene el objetivo, en el caso de patología vestibular, de inducir la compensación del sistema nervioso central (SNC) a nivel de núcleos vestibulares y de otros niveles del SNC. Incluye ejercicios de habituación, adaptación y sustitución vestibular, ejercicios para mejorar el equilibrio y el control postural dinámico y ejercicios para el acondicionamiento general. En este capítulo discutimos los recientes avances sobre el adiestramiento del equilibrio y de la marcha, la estabilidad de la mirada y la habituación, en el contexto de los trastornos vestibulares uni y bilaterales.

Método:

Revisión narrativa.

Resultados:

Los ejercicios se prescriben para mejorar la función; fortaleciendo, y favoreciendo la flexibilidad y la resistencia, a través de la adaptación del RVO, la habituación, la sustitución sensorial, la marcha y el equilibrio postural. Son más eficaces los programas personalizados que los genéricos. El cumplimiento mejora con la personalización y las visitas de seguimiento a un fisioterapeuta.

Discusión/Conclusiones:

La RV permite mejorar el déficit funcional y los síntomas subjetivos derivados de la hipofunción vestibular periférica uni y bilateral, así como las alteraciones del equilibrio de origen central. Los objetivos de la RV consisten en reducir los síntomas para mejorar la estabilidad postural y de la mirada (particularmente durante los movimientos de la cabeza) y devolver al individuo a sus actividades normales, incluyendo la actividad física, la conducción y el trabajo habitual. Los médicos deben ofrecer la RV a quienes muestren limitaciones funcionales relacionadas con un déficit vestibular, pues actualmente se considera el tratamiento estándar en la disfunción vestibular periférica.

INTRODUCCIÓN

La mayor parte de lesiones vestibulares periféricas tienen una causa benigna y alcanzan una resolución espontánea debido a su naturaleza autolimitada o al proceso de compensación central. Ocasionalmente, incluso en ausencia de una lesión vestibular activa, se produce una compensación parcial o se utilizan unas estrategias de control postural mal adaptadas [1]. La falta de compensación ocasiona inestabilidad postural, visión borrosa con los movimientos de cabeza y sensación de mareo/desequilibrio. Es necesario un tratamiento apropiado, porque el mareo representa un riesgo importante de caídas, conllevando grandes costes directos e indirectos [23]. Estos pacientes son los que se beneficiarán de un programa de rehabilitación vestibular (RV), que es un tratamiento basado en un conjunto de ejercicios, elegidos para promover la adaptación y sustitución vestibular [4]. La primera terapia física o de entrenamiento del equilibrio aplicada a pacientes con alteración vestibular fue propuesta en los años 40 por Sir Terence Cawthorne [5] y Harold Cooksey [6], evolucionando desde entonces con un incremento exponencial de su evidencia en los últimos 20 años, hasta convertirse actualmente, en el tratamiento estándar de los pacientes con disfunción vestibular crónica [79]. Exceptuando la medicación sintomática que suele requerirse en el estadio agudo y la posibilidad de un procedimiento ablativo en aquellos casos de vértigo recurrente y sintomatología incontrolada, existe suficiente evidencia, según una reciente revisión Cochrane [10], de que la RV es un tratamiento eficaz y seguro, que según se afirma en las actuales guías clínicas, debe ofrecerse a los pacientes con hipofunción vestibular uni y bilateral y a los que muestren limitaciones funcionales relacionadas con un déficit vestibular [8]. Hay 2 grandes grupos de ejercicios diferenciables, según se dirijan al tratamiento de una hipofunción vestibular (objetivo de este tema), o a la reposición de partículas en el caso del vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) [4], ya tratado anteriormente [11].

El sistema vestibular es una compleja red neuronal que ofrece información de los movimientos de cabeza y de la posición del cuerpo, a fin de mantener un control de la visión y del equilibrio. Está organizado en 2 unidades funcionales diferentes: el sistema vestíbulo-ocular responsable de la estabilidad visual durante los movimientos de la cabeza y el sistema vestíbulo espinal, encargado del control postural [12]. De acuerdo a la neurofisiología, la afectación vestíbulo-ocular se manifiesta por mareo/vértigo e inestabilidad visual, mientras que la disfunción vestíbulo-espinal provoca desequilibrio. Dado que ambas funciones no comparten idénticos circuitos neuronales, es posible que el grado de afectación y la sintomatología observada en el tiempo sean diferentes. Por tal motivo, los actuales programas de RV pretenden ser de carácter individual, adaptados a las características de la lesión, y acordes a las expectativas del individuo; prolongándose en el tiempo lo necesario hasta conseguir la curación o la estabilización clínica; de dificultad progresiva y adecuada a la situación funcional del paciente y, a ser posible, integrándose en las actividades de la vida cotidiana. La edad no parece afectar los resultados de esta terapia [13].

En términos generales constan de 4 diferentes tipos de ejercicios, utilizados en función de las limitaciones que se hubieran identificado durante la evaluación [47914]: 1. Ejercicios para mejorar la estabilidad de la mirada. 2. Ejercicios de habituación. 3. Ejercicios para recuperar el equilibrio y la marcha. 4. Ejercicio físico de acondicionamiento general.

José Ignacio BENITO-OREJAS1; María José AYLAGAS-ANDRÉS2; Carmen MARTÍN-MORATINOS2; Irene GALLARDO-CHAPARRO2; Laura PÉREZ-HICKMAN2; Vanesa ALADRO-ABAD3; Niria PLAZA-GARCÍA3; José María LÓPEZ-FRANCO3; Beatriz DÍEZ-RABADÁN3; Carmen GARCÍA-FRANCO3; Lucía SECO-RODRÍGUEZ3; Felipa PANIAGUA-SERRANO3; María Elena BUSTELO-SANZ3; María Teresa JIMÉNEZ-GARCÍA3; Diana ALONSO-TOBALINA3; Serán Tamara GARCÍA-SOMOZA3; Ana Isabel GÓMEZ-TEJERO3; Inés ALONSO-RODRÍGUEZ3; María Jesús COLLAZOS-VILLAFÁFILA3; Irene GARCÍA-MARTÍNEZ3; Teresa BAZ-HERRERO3; Laura Alejandra MARTÍN-GUTIÉRREZ3; Cristina MARTÍN-TUDA3; Inés Flavia DE LA CAL-GÓMEZ3; Ana SÁNCHEZ-MARTÍNEZ1

1 Médicos Servicio de ORL y PCF. 

2 Médicos Servicio de Rehabilitación. 

3 Fisioterapeutas Servicio de Rehabilitación. Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Valladolid. España.

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://revistas.usal.es/index.php/2444-7986/article/view/orl.21022/22047