¿Tiene fibrilación auricular? Podría aumentar los riesgos de la COVID
- netmd
- 14 de diciembre de 2020
- Cardiología
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LUNES, 9 de noviembre de 2020 (HealthDay News) — Dos estudios preliminares ofrecen unas noticias contradictorias a los pacientes cardiacos que contraen la COVID-19: los que toman ciertos hipertensivos no tiene un riesgo más alto de fallecer, pero los que sufren de fibrilación auricular (FA) quizá sí lo tengan.
En un estudio, los investigadores revisaron los expedientes de casi 400 pacientes con COVID-19 que estuvieron hospitalizados en su centro entre marzo y junio de 2020. Los investigadores encontraron que los que sufrieron un episodio de FA durante su estadía tenían un pronóstico mucho peor: eran más propensos a desarrollar complicaciones cardiacas o renales, o a fallecer.
Los hallazgos enfatizan la importancia de la prevención de la COVID-19 en las personas con antecedentes de fibrilación auricular, señaló el investigador principal, el Dr. Zaniar Ghazizadeh.
Esto significa que las personas que las rodean también deben tener cuidado, apuntó Ghazizadeh, residente de la Facultad de Medicina del Hospital de New Haven y la Universidad de Yale, en Connecticut.
“Todo el mundo de la comunidad debe tener cuidado para prevenir la propagación de la COVID, usando máscaras y el distanciamiento social”, apuntó.
Y hay muchas probabilidades de que las personas se encuentren con alguien que sufra de fibrilación auricular, una afección que afecta a entre 3 y 6 millones de estadounidenses, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Surge cuando las cámaras superiores del corazón (las aurículas) laten de forma errática en lugar de mantener un ritmo normal, lo que puede suceder de manera intermitente o ser permanente.
En el nuevo estudio, un 20 por ciento de los pacientes hospitalizados con COVID-19 sufrieron un episodio de FA. Muchos tenían antecedentes de la afección, pero no todos.
Y, en general, sus riesgos de otras complicaciones y de muerte aumentaron. Más de la mitad habían tenido un ataque cardiaco, en comparación con un 30 por ciento de los pacientes que no tuvieron FA en el hospital. Y un tercio desarrolló insuficiencia cardiaca, frente a un 9 por ciento de los demás pacientes con COVID-19.
Los pacientes con FA en el hospital también tuvieron 2.5 veces más probabilidades de morir o entrar a un hospicio.
Ghazizadeh presentará los hallazgos en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), que se celebrará en línea del 13 al 17 de noviembre. Los estudios presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
¿Por qué tantos pacientes con COVID-19 tuvieron un episodio de FA? Ghazizadeh dijo que varios factores pueden desencadenar la arritmia. Se sabe que una COVID-19 más intensa puede provocar una inflamación en todo el cuerpo, anotó, y ese es un desencadenante probable.
De forma similar, hay algunos motivos por los cuales los pacientes con COVID-19 que sufren un episodio de FA tienen un peor pronóstico. Por un lado, comentó Ghazizadeh, la FA podría ser una manifestación de una infección particularmente grave.
Pero la arritmia, en sí, podría también empeorar el daño en otros órganos.
“Cuando ocurre la [FA], el corazón no late de forma eficiente”, apuntó Ghazizadeh. Esto significa que el flujo sanguíneo se ve afectado, lo que puede empeorar la acumulación de fluido en otros órganos.
Ghazizadeh aseguró que es importante que el personal del hospital monitorice de cerca el ritmo cardiaco en los pacientes con COVID-19 que tengan antecedentes de FA.
El Dr. Mitchell Elkind es presidente de la asociación cardiaca, y profesor de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. Dijo que el virus SARS-CoV-2 claramente es más que una infección respiratoria.
“El coronavirus puede infectar no solo a los pulmones, sino también al corazón, al revestimiento de los vasos sanguíneos, y potencialmente a otros órganos por todo el cuerpo”, advirtió Elkind.
Esa es la mala noticia. Otro estudio que se presentará en la reunión enfatizó unas noticias tranquilizadoras.
Al observar 17 estudios, los investigadores encontraron que las personas que toman dos tipos comunes de medicamentos para el corazón, los inhibidores de la ECA y los bloqueadores del receptor de la angiotensina (BRA), no tenían un mayor riesgo de un resultado positivo en una prueba de la COVID-19. Y cuando enfermaron, no tenían un mayor riesgo de fallecer, en comparación con los pacientes que no tomaban los fármacos.
Los inhibidores de la ECA y los BRA se recetan para afecciones como la hipertensión, la insuficiencia cardiaca y la enfermedad renal crónica.
A principios de la pandemia, hubo especulación de que los fármacos podrían hacer que las personas fueran vulnerables a la COVID-19. Esto se basó en investigaciones con animales que sugirieron que los fármacos fomentan la actividad de los receptores de la ECA2 en las células del cuerpo. El coronavirus se vincula con esos receptores para entrar a las células.
Elkind dijo que el nuevo análisis confirma, en un gran grupo de pacientes, la seguridad de los medicamentos. De hecho, cuando los investigadores se enfocaron solo en los pacientes con COVID-19 con hipertensión, el uso de inhibidores de la ECA y de BRA se vinculó con un riesgo más bajo de morir.
Parar los medicamentos podría poner a las personas en riesgo al permitir que su presión arterial aumente, advirtió Elkind.
“Es muy importante que si las personas tienen la presión arterial bajo control, sigan manteniéndola bajo control”, añadió.