Trasplante intestinal y multivisceral

Trasplante intestinal es un término genérico que incluye distintos tipos de trasplante con una composición variable en función de los órganos que acompañen al intestino en el injerto.

HISTORIA DEL TRASPLANTE INTESTINAL

El trasplante intestinal (TI) ha sido el último de los trasplantes de órgano sólido en incorporarse a la práctica clínica, debido a las dificultades inmunológicas que presenta. Además del retraso, la evolución del TI se ha caracterizado por una curva de aprendizaje escalonada alternando pasos de gigante con épocas de estancamiento. Afortunadamente, en los últimos años se ha constituido en el estándar de tratamiento de pacientes seleccionados con fallo intestinal (FI)(1). El Primer intento de trasplantar el intestino fue llevado a cabo por Alexis Carrel a principios del siglo XX. Richard Lillehei retomó el trabajo experimental en 1950, con las primeras descripciones de la técnica quirúrgica(2,3). La conocida necesidad del TI fue enfatizada por el desarrollo de la nutrición parenteral (NP) y del concepto de fallo intestinal. La NP fue introducida por Dudrick y Wilmore, del Children Hospital of Philadelphia, en los años 60´ precisamente para evitar el fallecimiento de niños con intestino corto(4). El éxito de la nutrición parenteral puso de manifiesto las complicaciones relacionadas con su administración, como infecciones, trombosis de accesos venosos y hepatopatía. De nuevo Lillehei, llevó a cabo el primer intento de TI clínico en 1967, animado por la aparición de los primeros inmunosupresores (esteroides y azatioprina, etc.)(5). El resultado fue catastrófico, al igual que en los intentos esporádicos que se sucedieron en los siguientes años. El TI quedó virtualmente abandonado entre los años 1970 y 1980. La llegada de la ciclosporina, a principios de los 80 renovó el interés por el TI. Olivier Goulet (Paris) David Grant (London, Canadá) y Eberhard Deltz (Kiel) fueron algunos de los grandes pioneros de esta nueva época en la que se consiguió por primera vez supervivencia a largo plazo tras el trasplante de intestino aislado y hepatointestinal combinado. El liderazgo durante los años 90 correspondió al grupo de Pittsburgh que consolidó el procedimiento y ejerció de escuela para la apertura posterior de programas de TI en todo el mundo. El siguiente gran hito en la historia del TI fue la aparición del inmunosupresor tacrolimus, que cambió drásticamente el pronóstico de esta modalidad de trasplante, impulsando la introducción del procedimiento en los principales centros de trasplante. Desde 1985 hasta 2019 se han realizado en todo el mundo, según el registro oficial (ITR) International Intestinal Transplant Registry (http://www.terasaki.org/itr) 4103 trasplantes intestinales, una experiencia no desdeñable, pero muy inferior a la de otros registros como los de trasplante renal, con decenas de miles de pacientes. Por otro lado, el número de trasplantes anuales ha disminuido en los últimos años, gracias a los avances en la rehabilitación intestinal, de los 270 casos en 2008 se ha pasado a 149 en 2017.

F Hernández Oliveros, A. Alcolea Sánchez, E. Ramos Boluda, A. Andrés Moreno Unidad de Rehabilitación Intestinal. Hospital Universitario La Paz. Madrid.

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https://secipe.org/coldata/upload/revista/2023_36-2ESP_50.pdf