Tratamiento quirúrgico de la hemorragia digestiva alta por enfermedad de Dieulafoy

RESUMEN

La enfermedad de Dieulafoy constituye menos del 2 % de las causas de hemorragia digestiva alta. Corresponde a la presencia de un vaso sanguíneo arterial de trayecto tortuoso, que protruye a través de un defecto mucoso localizado, generalmente, proximal en el estómago. Se presenta como una hematemesis masiva, a veces recurrente, con inestabilidad hemodinámica.

La endoscopia es el método diagnóstico y terapéutico de elección. Si esta fracasa, está indicado practicar una angiografía selectiva que permita identificar el punto sangrante y producir un embolismo. En algunas ocasiones, ninguna de estas dos técnicas consigue detener la hemorragia, en cuyo caso está indicada una cirugía urgente. Se deben practicar resecciones gástricas limitadas (gastrectomías en cuña o tubulares) a la zona sangrante localizada mediante las pruebas anteriores; así, se evitan grandes gastrectomías que implican la práctica de anastomosis por el gran riesgo de dehiscencia que estas últimas cuando hay inestabilidad hemodinámica.

Se presenta el caso de un paciente con hemorragia digestiva alta secundaria a enfermedad de Dieulafoy, que precisó intervención quirúrgica urgente por la imposibilidad de resolver el sangrado mediante endoscopia. Se describen el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad de Dieulafoy como causa de hemorragia digestiva alta en el adulto, y se presenta una revisión de la literatura científica.

CASO CLÍNICO

Se trata de un hombre de 34 años de edad, sin antecedentes personales de interés, que consultó por presentar hemorragia digestiva alta; se le practicaron tres endoscopias en las que se observaron coágulos en el fondo gástrico, sin encontrarse el sitio del sangrado.

Con una arteriografía abdominal y selectiva del tronco celíaco (figura 1), se evidenció la existencia de una arteria gástrica izquierda y su accesoria, las cuales eran hipertróficas y nutrían un ovillo arterial situado en el fondo gástrico, lo cual podía corresponder a una malformación vascular de predominio arterial. Además, había un pequeño aneurisma distal de la arteria renal derecha y se destacaba un patrón de irrigación hepática con escasas ramificaciones que sugería vasculitis, cirrosis o linfoma, entre otros diagnósticos diferenciales.

En la angiotomografía de abdomen, se encontró una arteria gástrica izquierda aumentada de calibre, con un ovillo vascular en el fondo gástrico, y un aneurisma de 8 mm en la arteria renal derecha, sin presencia de líquido libre (figura 2).

Debido a la inestabilidad hemodinámica y a la imposibilidad de detener el sangrado por vía endoscópica, se decidió someter el paciente a una cirugía. Se optó por practicar una resección segmentaria del estómago (gastrectomía tubular) porque ya se había localizado el punto sangrante y, al incluirse la zona afectada, su exéresis resolvería el problema hemorrágico y no era necesaria una resección más amplia. Además, se consideró que cualquier otra resección (gastrectomía subtotal o total) implicaría la reconstrucción del tránsito intestinal mediante anastomosis, lo cual añade muchísima morbilidad cuando hay inestabilidad hemodinámica, con gran riesgo de dehiscencia.

El paciente evolucionó favorablemente y fue dado de alta al decimoprimer día posoperatorio.

En el estudio histopatológico de la pieza quirúrgica, se describió una malformación vascular que afectaba todo el espesor de la mucosa gástrica, correspondiente a una enfermedad de Dieulafoy.

José Ángel Zamora-Soler1  a  , Vanesa Maturana-Ibáñez2 

1 Servicio de Emergencias Sanitarias, Alicante, España; profesor asociado, Departamento de Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Alicante, Alicante, España

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, Hospital General Universitario de Elda, Alicante, España.

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