Tromboflebitis superficial del pene: primer reporte de caso en el Hospital Universitario Nacional de Colombia y recomendaciones actuales de manejo

Resumen

La enfermedad de Mondor es una condición caracterizada por la presencia de tromboflebitis en varios segmentos corporales, fue descrita inicialmente por Henri Mondor en 1939 con descripciones de casos que afectaban la circulación venosa de la reja costal y las glándulas mamarias. Se alude a Braun-Falco en 1955 la primera mención de la trombosis superficial del pene, sin embargo, fue hasta 1958 cuando Helm y Hodge describieron el primer caso con compromiso urogenital masculine. Actualmente se cuenta con información limitada sobre la tromboflebitis superficial del pene (enfermedad peniana de Mondor), por lo tanto, el presente artículo describe el primer caso de tromboflebitis de la vena superficial del pene registrado en el Hospital Universitario Nacional de Colombia y expone una propuesta de abordaje terapéutico actual, basada en una revisión reciente de la literatura.

Introducción

La enfermedad peniana de Mondor fue descrita desde hace más de 50 años [1]; a pesar de contar con registros en la literatura de larga data son pocos los casos reportados actualmente en la literatura mundial. En 2005 Kumar y colaboradores estimaron una incidencia del 1,39%.[2] Esa enfermedad constituye una de las causas más importantes de dolor peniano en hombres con vida sexual activa; por su curso agudo y la severidad de los síntomas, puede ser una fuente importante de distrés físico y emocional para el hombre que padece la enfermedad. En su génesis se han postulado factores vinculados a la tríada de Virchow (lesión endotelial, estasis venosa, estado procoagulante) como el coito vigoroso, abstinencia sexual prolongada, aplicación de medicamentos intracavernosos, estados postquirúrgicos, uso de dispositivos externos sexuales, enfermedades de transmisión sexual, uso de sustancias de abuso endovenosas, tumores pélvicos entre otros.[3] [4] Para el momento de elaboración del presente artículo, solo se disponía de 5 referencias clínicas latinoamericanas,[5] [8] [15] [21] [32] una referencia de enfermedad peniana de Mondor en Suramérica[7] y ninguna referencia en la literatura médica colombiana, por lo tanto, se presenta el primer reporte de caso sobre la tromboflebitis superficial el pene manejado en el Hospital Universitario Nacional de Colombia (Bogotá, Colombia) y se propone un algoritmo clínico para el manejo de esa entidad.

Reporte de Caso

Hombre de 47 años, sin antecedentes médicos de relevancia, que consultó al servicio de Urología del Hospital Universitario Nacional de Colombia por dolor peniano de 4 semanas de evolución persistente y que catalogaba en la escala visual análoga con intensidad 4/10; al interrogatorio refería inicio de dolor tras relación sexual vigorosa. No refirió otros síntomas generales ni del tracto urinario, las erecciones permanecían de buena calidad, sin embargo, éstas empeoraban el dolor. Al examen físico el paciente presentaba un cordón filiforme indurado en la cara dorsal del pene francamente doloroso a la palpación, no se evidenciaron otras lesiones genitourinarias ni estigmas de tromboflebitis en otros segmentos corporales. En el resto de examen físico no se encontraron otros hallazgos patológicos.

El hemograma no presentó alteraciones significativas (Hemoglobina: 14.9 gr/dL, Leucocitos: 7740/ mm3, Neutrófilos: 56.5%, Linfocitos: 36%, Plaquetas: 312.000/ mm3); los tiempos de coagulación se encontraban en límites normales (TP: 11.8 segundos, TPT: 30 segundos, INR: 1.08).

La ecografía doppler de pene evidenció la presencia de una imagen hiperecoica de 2 centímetros de longitud y ausencia de flujo sanguíneo en la vena dorsal superficial del pene consistente con trombo intraluminal venoso ([Figs. 1], [2]).

El paciente recibió manejo sintomático durante dos semanas (analgésicos vía oral 4 veces al día, antiinflamatorios no esteroideos vía oral 3 veces al día y medidas locales incluyendo heparinoide tópico), se recomendó abstención sexual hasta la resolución de los síntomas. Luego de dos semanas de manejo médico presentó resolución completa del dolor y de los síntomas locales. Tras el manejo instaurado el paciente retorno a su vida cotidiana sin secuelas funcionales ni deformidad en el pene.

David Andrés Castañeda

1 Unidad de Urología, Departamento de Cirugía; Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Jonatan Velásquez

1 Unidad de Urología, Departamento de Cirugía; Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Daniel Maya

1 Unidad de Urología, Departamento de Cirugía; Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Julián Pardo

1 Unidad de Urología, Departamento de Cirugía; Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

César Capera

1 Unidad de Urología, Departamento de Cirugía; Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Carlos Guzmán

1 Unidad de Urología, Departamento de Cirugía; Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

2 Urología, Hospital Universitario Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Wilfredo Donoso

1 Unidad de Urología, Departamento de Cirugía; Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

2 Urología, Hospital Universitario Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

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