Un biomarcador dental para el diagnóstico temprano del autismo
Los ciclos de metabolismo del cobre y del zinc en los primeros dientes predicen el desarrollo de la enfermedad.
Científicos de la Universidad de Yale han llevado a cabo un estudio que identifica el primer biomarcador fetal y postnatal que predice con un 90% de fiabilidad la ocurrencia de desórdenes del espectro autista (ASD). La metodología usada por los investigadores se basa en la medición de la concentración de zinc y cobre en las zonas incrementales de los dientes.
Estos oligoelementos se acumulan de manera análoga a la de los anillos de crecimiento de los árboles y su deposición puede ser medida a intervalos de 2 a 3 días, afirma Paul Curtin, co-director del estudio. Esto permite la identificación de procesos cíclicos que varían en un periodo de entre 7 a 10 días. En los niños/as que luego desarrollaron autismo se demostró una alteración del ritmo metabólico de ambos oligoelementos en el útero y en los primeros meses de vida. En esta fase temprana los dientes crecen con una capa diaria, lo que representa una instantánea de la química del organismo, indica Curtin.
El contraste entre los ciclos observados en los ASD y en los individuos normales podría ser, por tanto, el reflejo una desregulación sistémica de estos oligoelementos. Este estudio pavimenta una nueva vía en la investigación de biomarcadores en el autismo, concluyen los autores.