¿Una dieta sin carne podría ayudar a evitar una COVID grave?

MARTES, 8 de junio de 2021 (HealthDay News) — Los proponentes de las dietas de origen vegetal sugieren que pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la enfermedad cardiaca, y ayudar al ambiente.

Ahora, una nueva investigación sugiere que quizá provean otro beneficio para la salud: reducir la gravedad de la COVID-19.

Una dieta de origen vegetal se asoció con una reducción del 73 por ciento en las probabilidades de una infección de moderada a grave de COVID-19 en el estudio. Una dieta pescetariana, que incluye pescado pero que limita o elimina la carne, se asoció con una reducción del 59 por ciento en las probabilidades. En comparación con los que comían una dieta de origen vegetal, los que consumían una dieta baja en carbohidratos y rica en proteína tenían casi cuatro veces más probabilidades de una infección de moderada a grave de COVID-19, según el estudio.

“Nuestros resultados sugieren que se podría considerar una dieta saludable rica en alimentos con una densidad nutricional alta para la protección contra la COVID-19 grave”, señalaron los investigadores, dirigidos por la Dra. Sara Seidelmann, de Stamford Health, en Connecticut.

Las dietas de origen vegetal se describieron como ricas en verduras, legumbres y frutos secos, y con pocas aves y carnes rojas y procesadas.

Los investigadores anotaron que las dietas de origen vegetal son ricas en nutrientes, sobre todo fitoquímicos (polifenoles y carotenoides), vitaminas y minerales, que son importantes para un sistema inmunitario sano. El pescado es una fuente importante de vitamina D y ácidos grasos omega 3, y ambos tienen propiedades antiinflamatorias.

Los investigadores utilizaron las respuestas a una encuesta de casi 2,900 médicos y enfermeros de primera línea con una exposición extensa a la infección de COVID-19. Los médicos trabajaban en Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido.

La encuesta preguntó sobre sus patrones dietéticos en el año anterior, basado en un cuestionario de frecuencia alimentaria. También preguntó sobre la gravedad de cualquier infección de COVID que hubieran sufrido.

Los investigadores averiguaron que 568 participantes habían tenido síntomas coherentes con una infección de COVID-19, o ningún síntoma, pero sí una prueba de frotis positiva de la infección.

De los 568 casos, 138 profesionales clínicos afirmaron que habían tenido una infección de moderada a grave de COVID-19. Los 420 restantes dijeron que habían tenido una infección de COVID entre muy leve y leve.

El estudio se publicó en la revista en línea BMJ Nutrition Prevention & Health.

El equipo tomó en cuenta la edad, la etnia, la especialidad médica y el estilo de vida, por ejemplo si fumaban y la actividad física. También tomaron en cuenta el peso y las afecciones médicas coexistentes. No se encontró ninguna asociación entre la dieta y el riesgo de contraer la COVID-19.

El estudio estableció correlación, no causalidad. Además, dependió de la memoria individual, en lugar de evaluaciones objetivas.

Debido a estas limitaciones, Shane McAuliffe, dietista registrado y subdirector del Grupo de Trabajo en Nutrición y COVID-19 de Gran Bretaña, instó a que los hallazgos se interpreten con cuidado.

“Una dieta de alta calidad es importante para montar una repuesta inmunitaria adecuada, lo que a su vez puede influir en la susceptibilidad a una infección y en su gravedad”, comentó McAuliffe en un comunicado de prensa de la revista. Pero “este estudio resalta la necesidad de unos estudios prospectivos con un mejor diseño sobre la asociación entre la dieta, el estatus nutricional y los resultados en la COVID-19”.

https://consumer.healthday.com/b-6-8-could-meat-free-diets-help-shield-you-from-severe-covid-19-2653280774.html