Una vacuna contra el cáncer funciona en un modelo murino
- netmd
- 15 de febrero de 2018
- Oncología Médica
- 0 Comments
Una vacuna experimental contra el cáncer ha demostrado resultados espectaculares en ratones con muchos tipos diferentes de cáncer y metástasis distantes, y ahora se va a evaluar en pacientes con cáncer.[1]
De acuerdo con investigadores de la Stanford University School of Medicine en Stanford, Estados Unidos, 87 de 90 ratones se curaron de cáncer, y entre los tres animales que presentaron una recidiva, los tumores una vez más experimentaron remisión tras un segundo tratamiento.
Los resultados se observaron en ratones con tumores de mama, colon y melanoma, así como linfoma.
En el estudio se utilizó un método llamado vacunación in situ. Con esta estrategia, se inyectan localmente agentes inmunoestimulantes en un sitio de tumor, lo cual, a su vez, desencadena una respuesta inmunitaria de linfocitos T local que luego atacará a las células cancerosas en el resto del cuerpo.
El estudio fue publicado el 31 de enero en Science Translational Medicine.
El Dr. Ronald Levy, autor principal, profesor de oncología en la Stanford University School of Medicine, dijo a Medscape Noticias Médicas que ya se han planeado los estudios clínicos de esta vacuna.
“Está por iniciarse un estudio de fase 1 en linfoma, y si los resultados son satisfactorios, nos diversificaremos a otros tipos de tumores”, dijo.
Vacuna inyectada directamente en el tumor
Los avances en el campo de la inmunoterapia, que comprenden el éxito clínico con moduladores del punto de control inmunitario, han reavivado el interés por el desarrollo de una vacuna contra el cáncer. Se están realizando investigaciones en el cáncer de próstata y en el cáncer colorrectal metastásico, y los investigadores están incluso explorando la idea de una vacuna universal contra el cáncer.
“Nuestro producto es diferente a otros únicamente en el hecho de que encontramos una combinación peculiar de estímulos inmunitarios que funcionan mejor”, comentó el Dr. Levy.
Puntualizó que un producto que ya se está comercializando para el melanoma utiliza una estrategia similar: laherparepvec talimogen (T-VEC, Amgen) que fue aprobado en Estados Unidos en el 2015. “Se inyecta directamente en los tumores como lo hicimos con nuestro producto”, dijo el Dr. Levy a Medscape Noticias Médicas.
“Dirigir el material directamente hacia el interior del tumor significa que no estamos dependiendo de algún otro método de administración”, puntualizó.
Los tumores que se trasplantan a modelos animales carecen de determinados aspectos de los tumores naturales, de manera que los investigadores también estudiaron los efectos de esta combinación en un modelo de cáncer de mama espontáneo en el ratón. “Lo que es único de nuestro resultado en comparación con otros resultados previos es que también hemos eliminado tumores de origen natural en vez de solo tumores introducidos artificialmente”, resaltó el Dr. Levy.
Dos componentes clave
Los investigadores llevaron a cabo un proceso de cribado preclínico para identificar agentes inmunomoduladores elegibles que pudieran desencadenar una respuesta inmunitaria sistémica de las células T antitumorales, al inyectarse localmente en un sitio de tumor. Descubrieron que los ligandos de receptor de tipo Toll-9 (TLR9) inducían la expresión de OX40 en los linfocitos T CD4 dentro del microentorno del propio tumor.
Investigación adicional reveló que añadir un anticuerpo anti-OX40 agonista proporcionaría un efecto sinérgico y se parecería a una respuesta inmunitaria antitumoral aun más intensa. Esta combinación de un ligando de TLR9 y anticuerpo anti-OX40 efectivamente trató tumores malignos de mama espontáneos y sitios distantes de tumores establecidos.
El producto seleccionado utilizado en este estudio reactiva los linfocitos T específicos de cáncer mediante la inyección de microgramos de oligonucleótido CpG, un ligando de TLR9, y un anticuerpo anti-OX40 directamente en el tumor……………
Roxanne Nelson, RN, BSN
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
https://espanol.medscape.com/verarticulo/5902379