Unos antiácidos comunes muestran vínculos con los problemas renales
- netmd
- 13 de noviembre de 2017
- Nefrología
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SÁBADO, 4 de noviembre de 2017 (HealthDay News) — Si usted es uno de los millones de estadounidenses que toman una clase de fármacos contra el reflujo, como Nexium, Prilosec y Prevacid, preste atención: esos fármacos se han vinculado con unas probabilidades más altas de problemas en los riñones.
El estudio no pudo probar causalidad; es posible que las personas que necesitan esos antiácidos simplemente sean más propensas a la enfermedad renal por otros motivos. Pero la revisión de los datos sí mostró un vínculo.
Los fármacos en cuestión se conocen como inhibidores de la bomba de protones (IBP). Reducen la producción de ácido en el estómago, y son unos de los medicamentos más recetados en el mundo.
Según un equipo dirigido por el Dr. Charat Thongprayoon, del Centro Médico Bassett en Cooperstown, Nueva York, la investigación reciente ha sugerido un aumento en el riesgo de problemas renales en las personas que toman los fármacos, pero esos hallazgos no eran consistentes.
Para indagar a mayor profundidad, los investigadores revisaron los datos de cinco estudios que incluyeron un total de casi 537,000 personas.
Hallaron que las personas que tomaban IBP tenían un tercio más de probabilidades de desarrollar enfermedad renal crónica o insuficiencia renal que las que no tomaban esos fármacos.
Los hallazgos se presentaron el sábado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nefrología (American Society of Nephrology, ASN), en Nueva Orleáns.
“Este estudio demuestra una asociación significativa entre el uso de IBP y un aumento en los riesgos de enfermedad renal crónica e insuficiencia renal”, apuntó Thongprayoon en un comunicado de prensa de la ASN.
Enfatizó que no se confirmó que hubiera causalidad. Pero Thongprayoon cree que los médicos “deben considerar si la terapia con IBP es indicada para los pacientes. El uso crónico de IBP se podría evitar si en realidad no es indicado”.
Dos especialistas en los riñones dijeron que la nueva investigación es valiosa.
“Es importante siempre evaluar los efectos secundarios potenciales, no solo de los medicamentos sino de los tratamientos y los procedimientos en general”, planteó el Dr. Ernesto Molmenti, director de trasplante de riñón adultos y pediátrico en Northwell Health en Manhasset, Nueva York.
La Dra. Maria DeVita, directora asistente de atención renal el Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York, anotó que los IBP (algunos de los cuales han obtenido el estatus de venta libre en años recientes) “son unos de los medicamentos más consumidos en todo el mundo”.
DeVita también dijo que “los IBP se usaban originalmente solo durante un tiempo limitado, pero ahora la gente podría seguir usándolos durante años”.
Aunque está por probarse que los medicamentos provoquen problemas renales, “debemos replantear nuestro uso prolongado de IBP de vez en cuando para asegurarnos de que los beneficios superen a los riesgos potenciales”, añadió.
Los expertos indican que los hallazgos presentados en reuniones médicas por lo general se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
FUENTES: Ernesto Molmenti, M.D., surgical director, adult and pediatric kidney transplantation, Northwell Health, Manhasset, N.Y.; Maria DeVita, M.D., associate director, nephrology, Lenox Hill Hospital, New York City; American Society of Nephrology, news release, Nov. 4, 2017
https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_169553.html