Unos pulsos eléctricos podrían aliviar el dolor de una hernia discal

MIÉRCOLES, 29 de noviembre de 2017 (HealthDay News) — Un nuevo tratamiento que dirige pulsos eléctricos a los nervios irritados que rodean a la médula espinal parece efectivo para el alivio del dolor lumbar crónico y la ciática, sugiere un estudio preliminar.

El procedimiento mínimamente invasivo, llamado radiofrecuencia pulsada guiada por imagen, alivió el dolor persistente en un 80 por ciento de 10 pacientes tras un solo tratamiento de 10 minutos. Un 90 por ciento pudieron evitar la cirugía.

“Dado el perfil de riesgo tan bajo de esta técnica, los pacientes que sufren de los síntomas de una hernia discal y de la compresión de la raíz del nervio pueden someterse a una recuperación segura y rápida, y volver a las actividades normales en una cuestión de días”, aseguró el autor del estudio, el Dr. Alessandro Napoli, radiólogo intervencionista en la Universidad Sapienza en Roma, Italia.

“De hecho, una de las ventajas dramáticas de esta tecnología es que podemos realizarla en un ámbito de cirugía diurna, sin anestesia, y [los pacientes] vuelven a casa el mismo día”, añadió.

El estudio de Napoli se presentará el miércoles en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte (Radiological Society of North America), en Chicago. Los estudios presentados en conferencias científicas normalmente no han sido revisados por profesionales ni publicados, y los resultados se consideran preliminares.

Más o menos 8 de cada 10 personas sufren de dolor lumbar en algún momento de sus vidas, según los documentos del estudio. El dolor puede deberse a una hernia discal en la parte baja de la médula espinal. La ciática es un dolor que se irradia a las piernas, provocado por un pinzamiento en un nervio en la parte baja de la médula espinal, que también podría deberse a una hernia discal.

Una hernia discal, también conocida como disco deslizado o roto, ocurre cuando el material esponjoso del interior de un disco espinal se sale por los bordes exteriores duros debido al envejecimiento o a una lesión. Ese material puede comprimir los nervios circundantes, provocando dolor y entumecimiento u hormigueo en las piernas, según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopaedic Surgeons, AAOS).

En general, unos métodos conservadores y no quirúrgicos alivian los síntomas de una hernia discal con el tiempo, según la AAOS. Esos tratamientos incluyen el descanso, el ejercicio suave, los analgésicos, los antiinflamatorios, compresas frías o calientes y fisioterapia.

Pero más o menos un 20 por ciento de los que tienen dolor lumbar agudo no encuentran alivio en esas medidas. Eso lleva a algunos a decidirse por una cirugía para extraer el material discal que presiona a los nervios espinales. En esas personas, dijo Napoli, el tratamiento con radiofrecuencia pulsada guiada por imagen podría convertirse en una opción viable si unos estudios más grandes refuerzan sus hallazgos.

La investigación de Napoli incluyó a 80 personas que habían experimentado al menos tres meses de dolor lumbar debido a una hernia discal que no había respondido a los tratamientos conservadores.

El tratamiento de radiofrecuencia pulsada guiada por imagen usa una tomografía computarizada (TC) para ayudar a los médicos a insertar una aguja en la ubicación de la hernia discal y los nervios circundantes. Una sonda que se inserta a través de la punta de la aguja administra energía de radiofrecuencia pulsada al área durante un periodo de 10 minutos, resolviendo la hernia sin tocar el disco, explicó Napoli.

Más de un 80 por ciento de los 80 participantes del estudio estaban libres de dolor un año tras un solo tratamiento. Seis personas necesitaron una segunda sesión de tratamiento.

La radiofrecuencia pulsada ha sido de uso común en la medicina del dolor para otros tipos de dolor crónico, anotó Napoli.

Dijo que el tratamiento funciona al “eliminar el proceso de inflamación” en los nervios que rodean a la hernia discal, dificultando las dolorosas contracciones musculares. “El objetivo era interrumpir este ciclo y dar al cuerpo la oportunidad de restaurar una sanación natural”, añadió.

El Dr. Scott Roberts, fisiatra en el Sistema de Atención de la Salud Christiana en Wilmington, Delaware, dijo que los nuevos hallazgos mostraban “una reducción del dolor y una mejora de la función impresionantes”. Pero indicó que la investigación no incluyó a un grupo de control para comparar con personas que no recibieran el tratamiento.

“Sin grupo de control, no sabemos qué proporción de la mejora que vemos habría sucedido de cualquier forma”, dijo Roberts. “[El estudio] me animó mucho porque sus resultados son significativos, pero dista mucho de ser concluyente sin un grupo de control”.

FUENTES: Alessandro Napoli, M.D., Ph.D., interventional radiologist, Sapienza University, Rome, Italy; Scott Roberts, M.D., physiatrist, Christiana Care Health System, Wilmington, Del.; presentation, Nov. 29, 2017, Radiological Society of North America annual meeting, Chicago

https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_170094.html