Utilidad de la tracción preoperatoria en la fractura de cadera

Resumen

La fractura de cadera es un proceso clínico grave que en la gran mayoría de los casos requiere una solución quirúrgica. En el período de tiempo que transcurre desde el ingreso hasta la intervención, que puede ser variable en función de muchos condicionantes, tradicionalmente se aplica una tracción cutánea en el miembro afectado con el fin de inmovilizar la extremidad y, en consecuencia, aliviar el dolor. Además, existe la creencia en algunos cirujanos de que esta práctica consigue mejorar la reducción de la fractura evitando la contractura muscular, lo cual podría reportar beneficios en el proceso quirúrgico. Su uso se encuentra protocolizado en el manejo de este tipo de pacientes en algunos centros hospitalarios, pese a que sea un procedimiento cuestionable y no haya ninguna evidencia que respalde tales suposiciones. Por otro lado, no es inocuo, y han sido descritas una serie de complicaciones que ponen en duda su utilización rutinaria. En este trabajo queremos revisar los principales estudios realizados con el objetivo de realizar una recomendación de manejo clínico sobre esta cuestión en base a la evidencia disponible.

Introducción

La fractura de cadera es una de las más temidas consecuencias de la fragilidad ósea. Es un proceso grave que implica una alta morbilidad y una considerable mortalidad, y que genera un importante consumo de recursos. La gran mayoría de estos pacientes son sometidos a una intervención quirúrgica para intentar recuperar la funcionalidad que tenían previamente. Los estándares de calidad recomiendan realizar esta intervención dentro de las primeras 48 horas, ya que una cirugía temprana está asociada a un menor número de complicaciones, mejores resultados funcionales, menor estancia hospitalaria, menos reingresos, e incluso, como se ha visto en algunos trabajos, a una disminución de la mortalidad1. Sin embargo, en muchas ocasiones esta cirugía se retrasa más de lo deseable. La demora media de la intervención en nuestro país suele estar aproximadamente en 3 días1,2, siendo las causas clínicas y organizativas las que la originan. En este intervalo preoperatorio, en algunos centros se aplica a estos pacientes de forma rutinaria una tracción cutánea con un peso variable en función de su constitución, con el objetivo fundamental de reducir el dolor inmovilizando la extremidad (Figura 1). Además, algunos cirujanos creen en otros beneficios añadidos, ya que en teoría la tracción podría disminuir la contractura muscular, lo cual podría ser beneficioso para el propio acto quirúrgico, sobre todo si la intervención consiste en una osteosíntesis de la fractura, cuya reducción y manejo serían hipotéticamente menos dificultosos. Pero realmente no hay ninguna evidencia ni en uno ni en otro sentido. La bibliografía es contundente. Adicionalmente, no sólo están descritos una serie de efectos adversos que hacen que esta práctica aparte de no ser realmente beneficiosa pueda ser incluso perjudicial, sino que, además, el manejo básico de estos pacientes en cuestiones simples como la higiene o la prevención de úlceras por presión puede ser más complicado si los pacientes están “sujetos” a este sistema de inmovilización. Es por ello que creemos conveniente realizar esta revisión y establecer unas recomendaciones en función de lo descrito en la literatura.

Etxebarría-Foronda I1, Caeiro-Rey JR2

1 Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología – Hospital Alto Deba – Guipúzcoa (España)

2 Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología – Complejo Hospitalario Universitario Santiago de Compostela – La Coruña (España)

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http://revistadeosteoporosisymetabolismomineral.com/2018/07/23/utilidad-la-traccion-preoperatoria-la-fractura-cadera/