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Vitíligo, una enfermedad autoinmune compleja que se adentra en una nueva era terapéutica.

10/04/2025

Durante años, el vitíligo ha sido considerado erróneamente una mera alteración estética. Pero, hemos avanzado hacia una visión más profunda de esta enfermedad autoinmune, que afecta significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. La creciente comprensión de sus mecanismos inmunológicos y el desarrollo de nuevas terapias sugieren que estamos entrando en una nueva era en su abordaje, con tratamientos más específicos, seguros y duraderos.

La percepción del vitíligo ha evolucionado en los últimos tiempos. El principal mensaje de la Dra. Esther Serra Baldrichjefa de la Unidad de Enfermedades Alérgicas Cutáneas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), para los médicos es que dejen de verlo como una simple cuestión estética. Asevera que es una enfermedad autoinmune realmente compleja que tiene una repercusión en la calidad de vida de los pacientes de manera significativa. Por eso, es primordial su detección temprana y derivar oportunamente para manejarla. Además, recuerda que requiere una mirada empática hacia el impacto que genera en la persona que lo padece.

En España, cerca de 900.000 conviven con esta patología que cursa con despigmentación progresiva de la piel. Ratifica que la sensibilización sobre su impacto está aumentando. Defiende que hay que darle visibilidad, a la vez que lamenta que no estamos suficientemente sensibilizados. Asegura que no es sólo ver que el paciente está despigmentado, sino que las consecuencias van más allá: baja autoestima, ansiedad, aislamiento social, etcétera. Es decir, a su juicio, es fundamental visibilizar el vitíligo como lo que es, una enfermedad con múltiples dimensiones clínicas y emocionales.

Remarca que puede haber muchos factores que influyen en el hecho de desencadenarla o de agravarla. No sólo es la parte genética, que hay individuos predispuestos. En algunos casos sabemos que hay pacientes que, ante una quemadura solar, un estrés mantenido o un evento estresante, pueden tener un empeoramiento o la asociación a otras enfermedades de tipo autoinmune, puntualiza.

Inhibidores JAK y biológicos
Los avances recientes en el conocimiento de su patogenia han supuesto un punto de inflexión. Ahora comprendemos mejor que es una enfermedad autoinmune en la que hay una activación de una serie de células, los linfocitos T, y se liberan citoquinas proinflamatorias que destruyen los melanocitos, explica la Dra. Serra Baldrich. Esta base inmunológica ha abierto la puerta a una nueva generación de tratamientos dirigidos, con especial protagonismo de los inhibidores de la Janus quinasa (JAK), tanto en formulación tópica, ya disponible en nuestro país, como, en el futuro, oral. Aclara que, como ruxolitinib crema, estos fármacos son eficaces para repigmentar, para bloquear las citoquinas proinflamatorias que van a destruir los melanocitos.

Cita asimismo el avance en el uso de anticuerpos monoclonales que van dirigidos contra determinadas citoquinas o contra moléculas de superficie implicadas en el proceso inflamatorio. Se muestra convencida de que, en el futuro, se investigarán tratamientos, fototerapia, corticoides, tópicos o inhibidores de calcineurina con nuevas terapias emergentes con la intención de mejorar los resultados terapéuticos. Con lo cual, esto es un cambio a la hora de orientar el tratamiento del vitíligo.

Insiste en que están emergiendo los anticuerpos monoclonales y las terapias dirigidas como herramientas o tratamientos muy prometedores, porque pueden modular estos componentes específicos de nuestro sistema inmunológico que son parte principal en la patogénesis de la enfermedad. Por ejemplo, los tratamientos biológicos van a ir dirigidos contra citoquinas que sabemos que pueden actuar en la vía inflamatoria que conduce a la pérdida de melanocitos, que son el interferón-gamma, otras interleucinas, etcétera. Las terapias dirigidas bloquean la señalización de estas citoquinas que pueden estar involucradas también en inmunidad y en inflamación.

Completa que estos tratamientos van a ser más específicos, van a tener un buen perfil de seguridad frente a otros inmunosupresores que se habían utilizado tradicionalmente. No obstante, avisa de que se necesita estudios más a largo plazo para confirmar su seguridad y efectividad sostenida.

Zonas difíciles
Por otro lado, se están explorando técnicas como injertos de melanocitos y nuevos sistemas de administración transdérmica para zonas difíciles como manos. Estas áreas siguen suponiendo un reto. Señala que son más resistentes al tratamiento debido a la menor densidad de folículos pilosos, porque el reservorio de melanocitos estaría más expuesto aquí y por factores que tenemos locales propios inmunológicos. En este sentido, sí que parece ser que, en áreas difíciles, aunque sea más lento y quizá menos completo, hay estudios que sugieren que el tratamiento con inhibidores JAK a nivel tópico podría ser eficaz en repigmentar estas áreas difíciles en monoterapia, comunica.

En este punto, habla de la posibilidad futura de combinar dicho tratamiento con UVB de banda estrecha, o combinaciones de otros tratamientos como injertos de melanocitos o nuevos sistemas de vías de administración que pudieran hacer que los fármacos penetraran en estas zonas de mejor forma. Considera que estas áreas van a ser las que hay que trabajar más todavía para poder conseguir una repigmentación no sólo más extensa, sino que se mantenga en el tiempo.

La investigación actual va dirigida a buscar tratamientos que sean cada vez más eficaces, prosigue. Algo que es esencial para ella es que haya mínimos efectos secundarios. Igualmente, posee mucho valor lograr que haya una repigmentación muy completa, pero además duradera. Para esto, la investigación lo que necesita es comprender más los mecanismos inmunológicos, genéticos, ambientales, etcétera, que tenemos en el vitíligo.

Diagnóstico y seguimiento
Del mismo modo, se han visto avances en el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad. Herramientas como la dermatoscopia, la lámpara de Wood y, más recientemente, la espectroscopia de reflectancia o los análisis computarizados de imágenes permiten una evaluación más precisa y objetiva de la actividad de la enfermedad. Nos falta, eso sí, encontrar biomarcadores fiables que predigan cómo evolucionará la enfermedad y cómo responderá cada paciente a los tratamientos, reconoce. Quedan pasos por dar en esa dirección.

Más allá del plano clínico, la dimensión emocional del vitíligo requiere atención especializada. El apoyo psicológico y el trabajo multidisciplinar son claves. En su servicio del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau cuentan con una psicóloga clínica que realiza apoyo individual y grupal. La Dra. Serra Baldrich ensalza la labor de las asociaciones de pacientes que ofrecen asesoramiento, talleres y espacios para compartir experiencias. Piensa que todo esto contribuye de forma clave al bienestar del paciente.

Respecto a cuidados específicos que deban seguir los pacientes, menciona que la protección solar es importante tanto para prevenir quemaduras como, adecuadamente utilizada, incluso con protectores con color, para minimizar el contraste entre la piel que va a ir pigmentando y la que no. Propone aprender técnicas de camuflaje cosmético y estrategias de adaptación social. Comprender la enfermedad, técnicas de mindfulness, de relajación, de manejo de estrés, matiza. Por supuesto, una dieta variada y ayudar con antioxidantes, evitar el estrés oxidativo de las células.

https://www.immedicohospitalario.es/noticia/50700/vitiligo-una-enfermedad-autoinmune-compleja-que-se-adentra-en-una-nu.html