Nociplasticidad, una perspectiva contemporánea sobre el dolor

RESUMEN

La nociplasticidad representa un avance paradigmático en la comprensión y manejo del dolor, particularmente el crónico. Este concepto se refiere a la alteración de la nocicepción que provoca un aumento de la sensibilidad al dolor sin evidencia clara de daño tisular específico o disfunción del sistema nervioso somatosensorial conocida. Se distingue de los mecanismos nociceptivos y neuropáticos tradicionalmente reconocidos, ofreciendo una explicación para las condiciones dolorosas crónicas que desafían las clasificaciones anteriores. Su investigación se centra en los cambios neuroplásticos dentro del sistema nervioso central (SNC) que resultan en una percepción alterada del dolor, y la adopción del término, refleja una evolución en la comprensión del dolor, subrayando la importancia de los factores neurobiológicos en la experiencia del dolor crónico. A medida que la investigación avanza, es imperativo que los hallazgos se traduzcan en prácticas clínicas mejoradas, ofreciendo esperanza a las millones de personas que sufren de dolor crónico sin una causa física identificable. La nociplasticidad no sólo representa un área de investigación prometedora, sino que también sirve como un recordatorio de la necesidad de enfoques terapéuticos innovadores y personalizados en el manejo del dolor. El propósito de esta mini-revisión es analizar, con base en la literatura, cómo se llegó a la definición e inclusión del dolor nociplástico a la clasificación de dolor.

EVOLUCIÓN EN LA DEFINICIÓN DEL DOLOR

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés) inicialmente definió el dolor en 1979 como una experiencia sensorial y emocional desagradable ligada a daño tisular real o potencial(1). Esta definición subraya tanto la dimensión física como emocional del dolor, reconociendo su naturaleza subjetiva y personal, lo que implica que la percepción del dolor puede variar entre individuos. Después de dos años de deliberaciones y reflejando avances en la comprensión del dolor, la IASP revisó esta definición en el 2020 para enfatizar aún más el componente emocional y la experiencia sensorial que puede o no estar directamente asociada con daño tisular. La nueva definición, “Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o semejante a la asociada con daño tisular real o potencial”(2) y las notas explicativas agregadas de la IASP (Tabla 1), amplían la interpretación del dolor más allá de la descripción física, abarcando una gama más amplia de experiencias y factores, y resaltan la importancia de la autodescripción y la percepción personal en la evaluación del dolor(3). La actualización principal de la definición de dolor de la IASP elimina la necesidad de la descripción verbal para reconocer el dolor, abordando la exclusión de quienes no pueden expresarse verbalmente. Aun así, mantiene que el dolor surge de daños tisulares reales o potenciales y se enfrenta a nuevos términos que especifican y explican con mejor detalle las situaciones de potencial daño, como las generadas por el dolor nociplástico.

Gutiérrez-Román, Claudia I1; Carrillo-Torres, Orlando2; Rascón-Martínez, Dulce María3

1 Departamento de Anestesia, Hospital General de México. Secretaría de Salud, México.

2 Subdirección Médica, Hospital General de México, Secretaría de Salud, México.

3 Departamento de Anestesia, Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, Instituto Mexicano del Seguro Social, México.

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