Dolor en el postoperatorio de cirugía cardíaca: bases neurobiológicas y tratamiento

Resumen

Introducción

A pesar de la evolución de las técnicas quirúrgicas, el dolor sigue siendo uno de los trastornos más frecuentes en el postoperatorio de la cirugía cardíaca (CCA), lo que condiciona la aparición de complicaciones en la fase aguda y el deterioro de la calidad de vida por la aparición de dolor crónico. En esta revisión narrativa pretendemos analizar los factores pronósticos de la aparición de dolor postoperatorio tras CCA, localizar y cuantificar la gravedad del dolor neuropático y determinar cuáles son los métodos de evaluación más adecuados en estos pacientes.

Desarrollo

El dolor postoperatorio en la CCA es un dolor complejo, que asocia componentes neuropáticos, somáticos y viscerales. Su origen es multifactorial; factores dependientes del paciente, de la clínica preoperatoria y el tipo de intervención, así como de secuelas derivadas de la propia cirugía, determinan la variabilidad en su manifestación. Múltiples estudios han intentado identificar los factores de riesgo de su desarrollo, pero la cuantificación del dolor se ve limitada por la percepción subjetiva del paciente.

Conclusiones

Los neurólogos pueden tener un papel relevante en la diferenciación de los distintos tipos de dolor tras CCA, gracias a la comprensión de sus bases neurobiológicas, manejando adecuadamente neuromoduladores que controlen el componente neuropático del dolor y colaborando en la indicación de técnicas invasivas, necesarias ocasionalmente en el manejo de estos pacientes.

Introducción: definición del dolor

Las dos definiciones de dolor más aceptadas son las propuestas por la Sociedad Española del Dolor, que lo define como ‘una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con una lesión presente, o potencial, o descrita en términos de la misma’ [1]; y la de la Asociación Mundial para el Estudio del Dolor, que propone ‘una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada con un daño tisular, real o potencial, o descrita en términos de dicho daño’ [2].

El dolor se produce cuando un estímulo nocivo llega a distintas áreas corticales del sistema nervioso central generando una respuesta refleja, una sensación desagradable y una respuesta emocional en forma de tres componentes: sensorial-discriminativo, cognitivo-evaluativo y afectivo-emocional.

Las dos principales vías fisiológicas del dolor son la nociceptiva y la neuropática. El dolor nociceptivo es una respuesta corporal normal a una lesión. A su vez, se divide en somático y visceral; el dolor somático se refiere a lesiones del sistema musculoesquelético, y el dolor visceral o referido se correlaciona con los órganos internos y a menudo se asocia con la respuesta inflamatoria debido al proceso de curación. El dolor neuropático se debe a una actividad neuronal anormal del sistema nervioso central o periférico, y sus síntomas incluyen entumecimiento, hormigueo, ardor y dolores punzantes.

Además, el dolor se puede clasificar en función de la fisiopatología, la etiología, la intensidad y la duración. Según este último criterio, el dolor puede ser agudo o crónico. El dolor agudo es el relacionado con una lesión o un traumatismo agudo, que se resuelve en un plazo inferior a tres meses. El dolor crónico se define como un dolor continuo o intermitente, que continúa después del tiempo previsto de curación de los tejidos, y su duración es mayor de tres meses [3,4].

La American Society of Anesthesiologist define el dolor postoperatorio (DP) como el que ‘está presente en el paciente debido a la enfermedad, al procedimiento quirúrgico y a sus complicaciones, o a una combinación de ambos’. Se caracteriza por ser un dolor agudo, limitado en el tiempo, predecible y evitable. Está demostrado y admitido que un dolor intenso frena la recuperación tras una intervención quirúrgica [5], y entre las más dolorosas se encuentra la cirugía cardíaca (CCA), que asocia el daño mecánico producido en el tórax a la activación de la respuesta inflamatoria provocada por la circulación extracorpórea.

Los objetivos de esta revisión narrativa son:

  • Revisar las bases neurobiológicas del dolor relacionado con la CCA.
  • Analizar la influencia de las características clínicas del paciente en la percepción del dolor postoperatorio tras la CCA.
  • Establecer la presencia y la gravedad del dolor neuropático en el postoperatorio de la CCA.
  • Determinar cuáles son los métodos de evaluación subjetiva y objetiva más adecuados en estos pacientes.

B Segura-Méndez, Á.L. Guerrero-Peral, Y. Carrascal

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https://neurologia.com/articulo/2022194/esp