Fiebre botonosa mediterránea maligna
- netmd
- 13 de agosto de 2018
- Medicina Intensiva
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RESUMEN
La fiebre botonosa mediterránea es una enfermedad infecciosa aguda incluida en el grupo de las rickettsiosis humanas, causada por Rickettsia conorii, con distribución geográfica circunscrita a los países mediterráneos donde es considerada como endémica. En España se ha observado en las últimas dos décadas un aumento de la incidencia y la presencia de casos en regiones geográficas distintas a la zona endémica descrita por el propio nombre de la enfermedad, que se ha correlacionado con las altas temperaturas y el bajo nivel de precipitaciones. Es una enfermedad generalmente benigna, de gravedad moderada y con baja mortalidad, cuyo espectro clínico varía desde casos asintomáticos hasta una excepcional forma «maligna» caracterizada por una afección visceral importante, especialmente insuficiencia renal, coagulación intravascular diseminada con exantema purpúrico, alteración hepática grave, infiltrados pulmonares y alteración de la conciencia. Describimos el caso de un paciente con fiebre botonosa mediterránea maligna que evolucionó de forma favorable.
INTRODUCCIÓN
La fiebre botonosa mediterránea (FBM) es una zoonosis causada por Rickettsia conorii, endémica de la zona mediterránea. En las últimas dos décadas han aumentado la incidencia y los casos en regiones geográficas distintas a las endémicas, correlacionados con altas temperaturas y bajo nivel de precipitaciones. Su espectro varía desde casos asintomáticos hasta una excepcional forma «maligna».
CASO CLÍNICO
Presentamos el caso de un paciente de 74 años con antecedentes de diabetes mellitus tipo 2 que consultó tras una semana de fiebre, artromialgias y temblores en las extremidades inferiores, complicado con insuficiencia renal aguda. Empeoró tras una semana de ingreso, con generalización de temblores asociada a desorientación. Sufrió deterioro en su estado de consciencia y empeoramiento respiratorio (Figura 1), con necesidad de ventilación mecánica e inestabilidad hemodinámica, elevación de transaminasas y bilirrubina directa. Dada la evolución tórpida con afectación multiorgánica, se solicitaron serologías para bacterias atípicas, y resultó positiva la inmunofl uorescencia indirecta (IFI) para fiebre botonosa mediterránea. Se inició tratamiento con doxiciclina. Al reinterrogar al paciente, comentó que dos semanas antes del inicio de los síntomas había regresado de la costa mediterránea. No refería picadura de garrapata ni presencia de lesiones cutáneas. Tras el inicio del tratamiento, la recuperación fue completa. La serología de control realizada tres semanas después de la primera muestra resultó negativa, lo que confirmó el diagnóstico.
Adriana Nohemi García Herrera,* Edurne Erice Azparren,* Mario García Parra,* Elisa Sanz Granado*
* Servicio de Medicina Intensiva. Complejo Hospitalario de Navarra.
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