Herpes zoster

Herpes zoster

Es una enfermedad provocada por una reactivación del virus latente varicela-zoster y afecta a los nervios periféricos y a la piel. Suele provocar vesículas o ampollas dolorosas.

 

Autores

 Ángela Gavilán López (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

– Estrella Alba García Gavilán (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

– Miguel Ángel Gavilán López (DUE en H.U. Reina Sofía de Córdoba)

Resumen

La infección por el virus varicela zoster es una enfermedad extendida mundialmente y es de gran importancia para la salud pública.

 

La erupción provocada suele ser muy dolorosa y aparece en forma de sarpullido, es unilateral. Normalmente, una vez pasada la varicela, el virus queda latente en los ganglios de las raíces dorsales, transportándose a través de las fibras nerviosas sensitivas y causando lesiones en la zona inervada por ese nervio. Suele aparecer en personas inmunodeprimidas, como pacientes con tratamiento quimioterápico, personas con VIH, pacientes con linfoma, en personas ancianas.

Coloquialmente también es llamado “culebrilla”.

En este artículo se ha llevado a cabo la revisión de gran parte de la literatura científica. Se han revisado bases de datos de Medline plus, Scielo, Cochrane plus, IntraMed y Google Académico.

Las Palabras Clave utilizadas; “herpes zoster”, “tratamiento”, “síntomas”, “complicaciones”.

Causas

 

El virus que está inactivo en ciertos nervios, no se conoce, con exactitud, la causa por la cual se vuelve activo.

Normalmente solo se reactiva una sola vez. Y los factores de riesgo para desarrollarlo es tener más de 60 años, haber tenido la varicela antes del primer año de vida o tener un sistema inmune debilitado.

Si una persona, que no haya tenido la varicela y que no esté vacunada de ella, está en contacto con la erupción del herpes zoster, es posible que pueda desarrollar la varicela y no la culebrilla.

Síntomas

Los primeros síntomas que aparecen son el dolor, hormigueo y ardor de un solo lado. Estos síntomas suelen aparecer antes de que sea visible la erupción cutánea. A los tres días aproximadamente, aparecen las lesiones en la piel en forma de vesículas, estas ampollas se rompen y comienzan a secarse y a formar una costra pardo-amarillenta, que perdurara durante unas dos o tres semanas. Todos estos síntomas se dan en la zona inervada por el nervio afectado. Las zonas más comunes son, la región media del tórax (de la dorsal 3 a la lumbar 2) y la zona oftálmica de la cara, que puede afectar a la vista, formándose úlceras corneales, lo que podría derivar en ceguera. Y en raras ocasiones puede aparecer en la parte distal de las extremidades.

A veces, después de haber desparecido el herpes, puede persistir el dolor en la misma zona durante varios días, meses o años, a lo que llamamos neuralgia postherpética.

Diagnóstico

Normalmente, con la exploración física del paciente, es suficiente para diagnosticar el herpes zoster. Aunque en ocasiones, puede ser de gran ayuda, hacer un raspado de las vesículas para identificar el virus con exactitud. Una analítica de sangre, también puede servir para confirmar la infección, ya que habría un aumento de anticuerpos contra el virus de la varicela.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es disminuir el dolor, reducir la duración de los síntomas y disminuir el riesgo de padecer la neuralgia posherpética. El tratamiento empleado suele ser antiviral y analgésico. Los antivirales más usados son el aciclovir, valaciclovir y famciclovir. Cuanto antes se comience el tratamiento será más efectivo. Lo ideal sería iniciarlo antes de que aparezca la erupción.

Además de usar también analgésicos, en ocasiones se usan corticoesteroides, como la prednisona, que reduce el dolor y la inflamación aunque son efectivos en todos los pacientes.

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