La elección correcta de los antidepresivos en pacientes oncológicas

Ciertos antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) escitalopram, citalopram, paroxetina y, en menor medida, sertralina, resultaron eficaces en pacientes oncológicas con dichos síntomas. En cuanto a los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN) se destacan la venlafaxina y la desvenlafaxina.

Hasta el momento no se cuenta con información concluyente sobre la eficacia relativa de los antidepresivos en pacientes con cáncer de mama. Ante la administración de tamoxifeno es recomendable emplear un antidepresivo que no inhiba en forma significativa el metabolismo del antiestrógeno.

Otras consideraciones que deberían tenerse presentes incluyen las interacciones farmacocinéticas, los efectos adversos y las características de las pacientes.

Debido a que la mayoría de los antidepresivos tienen un perfil similar de eficacia, la elección de la droga a administrar en pacientes oncológicos debe tener lugar según la afectación potencial de la calidad de vida. Esto resulta en la consideración de los ISRS como drogas de primera línea, al igual que la vortioxetina o los antidepresivos duales.

Las drogas más potentes como los antidepresivos tricíclicos deben emplearse en pacientes con cuadros más graves debido al perfil menos favorable de interacciones farmacológicas y tolerabilidad.

Siempre debe evaluarse la interacción entre la droga antidepresiva y los quimioterápicos. Si se administran quimioterápicos hepatotóxicos o polifarmacia, se recomienda evitar los antidepresivos más hepatotóxicos. En cuanto al tramadol, droga empleada con frecuencia en pacientes oncológicos, su metabolismo tiene lugar exclusivamente mediante la acción del CYP2D6.

En consecuencia, puede afectar el metabolismo del tamoxifeno. Además, su combinación con antidepresivos serotoninérgicos puede favorecer la aparición de un síndrome serotoninérgico. Otro punto importante que debe tenerse en cuenta es que los antidepresivos serotoninérgicos disminuyen la agregación plaquetaria, con lo cual pueden potenciar el efecto de las drogas anticoagulantes. También puede observarse una prolongación del intervalo QT en pacientes bajo tratamiento antiarrítmico.

En pacientes con cáncer de mama debe evitarse el aumento ponderal debido a que afecta el pronóstico. En consecuencia, no se aconseja el tratamiento con mirtazapina, en tanto que el bupropion puede ser adecuado debido a que no genera aumento de peso.

Algunos ISRS, especialmente la sertralina, la vortioxetina y la venlafaxina pueden inducir vómitos, con lo cual no se aconseja su uso en pacientes que reciben quimioterapia. En cuanto a la disfunción sexual, los antidepresivos que menos la afectan son el bupropion y la mirtazapina.

La prescripción de un antidepresivo a las pacientes con cáncer de mama que reciben tamoxifeno puede disminuir los síntomas depresivos así como otros generados por el tratamiento oncológico. Esto puede ser beneficioso.

Por ejemplo, los antidepresivos con efecto ansiolítico pueden escogerse para pacientes con ansiedad con el fin de evitar el uso de drogas adicionales, en tanto que los antidepresivos que no interfieran con la calidad del sueño  (e incluso la mejoren) deben ser considerados en pacientes con trastornos del sueño.

En presencia de sofocos, se recomienda administrar citalopram, desvenlafaxina, escitalopram o venlafaxina, ya que pueden disminuir dichos síntomas. Además, algunos antidepresivos como la duloxetina tienen efecto analgésico, lo cual resulta beneficioso en pacientes con polineuropatía secundaria a la quimioterapia.

Finalmente, la quimioterapia puede afectar el funcionamiento cognitivo. Este denominado “trastorno cognitivo asociado a quimioterapia” puede agravarse en presencia de depresión. Estos pacientes pueden beneficiarse al recibir vortioxetina o bupropion, aunque es necesario contar con más información al respecto.

 Conclusión

Ante la necesidad de administrar un tratamiento antidepresivo a las pacientes con cáncer de mama que reciben tamoxifeno, se recomienda no utilizar inhibidores potentes del CYP2D6, aunque no se cuenta con información suficiente para indicar las ventajas de una droga sobre otra.

En consecuencia, la elección debe tener lugar según el perfil de seguridad e interacciones farmacológicas potenciales de las drogas. Los antidepresivos más recomendados son el citalopram, la desvenlafaxina, el escitalopram, el milnacipran y la vortioxetina, en tanto que algunas pacientes pueden beneficiarse ante la administración de otras drogas como la sertralina, la venlafaxina o el bupropion.

Es importante que el antidepresivo no interfiera con el tratamiento oncológico, no tenga interacciones farmacológicas significativas y presente un buen perfil de tolerabilidad. Hasta el momento no es posible definir la utilidad de la genotipificación del CYP2D6 para conocer la eficacia clínica del tamoxifeno en pacientes con cáncer de mama.

Autor: Irarrazaval M, Gaete L Revista Médica de Chile 144(10):1326-1335, Oct 2016

♦ SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica

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