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Guía clínica para el diagnóstico y tratamiento del cáncer gástrico

El cáncer gástrico es una enfermedad con un comportamiento agresivo y una distribución geográfica variable. En España, ocupa el décimo lugar en cuanto a frecuencia y el séptimo en mortalidad.

Factores de riesgo del cáncer gástrico

Existen diversos factores de riesgo bien establecidos para el desarrollo del cáncer gástrico, que incluyen:

  • Infección por Helicobacter pylori
  • Tabaquismo
  • Dieta baja en frutas y vegetales, rica en sal y con un elevado consumo de carne procesada
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Infección por el virus de Epstein-Barr
  • Obesidad
  • Reflujo gastroesofágico

Diagnóstico

El diagnóstico de cáncer gástrico se realiza principalmente mediante endoscopia digestiva alta y toma de biopsias, cuya precisión aumenta cuando se realizan múltiples muestras. El estadiaje se complementa con tomografía computarizada (TC), ecoendoscopia, PET-TC y laparoscopia con lavado peritoneal en los estadios potencialmente resecables (IB-III y cT3-4), para descartar metástasis radiológicamente ocultas.

Manejo del cáncer gástrico: Abordaje multidisciplinar

El tratamiento del cáncer gástrico requiere un enfoque multidisciplinario. En julio, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) publicó una nueva guía, que organiza el tratamiento según el estadio del cáncer y las características moleculares del tumor.

Enfermedad resecable

Estadio inicial sin afectación linfática:

  • En estos casos, se recomienda la resección endoscópica (clase III, nivel de evidencia C). Aunque la tasa de resección completa es menor y la recurrencia es más frecuente, la sobrevida global y la específica por cáncer a los 5 años son similares. Es necesario realizar un seguimiento endoscópico estrecho para detectar recurrencias tempranas.

Localmente avanzado:

  • El tratamiento consiste en quimioterapia perioperatoria seguida de cirugía. La elección entre gastrectomía subtotal o total depende de la localización del tumor y el tipo histológico. No se debe realizar esplenectomía de forma rutinaria en casos de cáncer proximal, a menos que haya afectación del bazo o adenopatías hiliares extensas, ya que esto aumenta la morbilidad sin mejorar la sobrevida. Se recomienda la resección de un mínimo de 15 adenopatías para un estadiaje confiable.

Adenocarcinoma de la unión gastroesofágica:

  • En estos casos, el tratamiento incluye quimiorradioterapia seguida de cirugía y tratamiento adyuvante con inmunoterapia utilizando nivolumab, sin importar la expresión de PD-L1 (clase IA).

Enfermedad metastásica

En los casos metastásicos, es crucial realizar un perfil de biomarcadores y aplicar la puntuación combinada positiva (CPS).

PD-L1:

  • En pacientes con expresión de PD-L1, se recomienda quimioterapia combinada con inhibidores del punto de control inmunitario.
    • CPS ≥ 5: Nivolumab (clase IA).
    • CPS ≥ 1: Pembrolizumab (clase IIA), con un mayor beneficio si el CPS es ≥ 10 (clase IA).

HER2:

  • Para pacientes con HER2 positivo, el tratamiento incluye quimioterapia combinada con trastuzumab, un inhibidor de HER2.

Conclusión

El tratamiento del cáncer gástrico depende del estadio y las características moleculares del tumor, y el abordaje debe ser siempre multidisciplinario. Los avances en las terapias inmunológicas y el perfil de biomarcadores han mejorado el pronóstico y las opciones terapéuticas, especialmente en casos metastásicos.

Este contenido fue originalmente publicado en Univadis España, parte de la Red Profesional de Medscape.