El estudio ZEPHYR 2, que evalúa la eficacia de benralizumab para el tratamiento del asma eosinofílica grave, amplió su análisis a una población mayor, estratificada en tres cohortes de participantes mayores de 12 años. Los datos obtenidos mostraron una mejora significativa en el control del asma en cada uno de los grupos evaluados.
Benralizumab es un anticuerpo monoclonal que bloquea la cadena alfa del receptor de la interleucina 5 (IL-5Rα), utilizado en pacientes con asma eosinofílica grave no controlada y asma dependiente de corticoesteroides. Anteriormente, en el estudio ZEPHYR 1, se observaron reducciones en las tasas de exacerbación, pero se necesitaba más información sobre su eficacia en perfiles específicos.
El estudio ZEPHYR 2, publicado en The Journal of Allergy and Clinical Immunology: In Practice, analizó datos de pacientes obtenidos de registros de seguros médicos, de laboratorio y de farmacia en EE. UU., comparando las tasas de exacerbación del asma antes y después del tratamiento con benralizumab.
Se incluyeron 1.795 pacientes, estratificados en tres cohortes:
La mayoría de los pacientes eran mujeres con una media de edad de 51 a 53 años. El diagnóstico de obesidad fue común, y la rinitis alérgica fue la comorbilidad más frecuente.
El tratamiento con benralizumab mostró ser altamente eficaz en reducir las exacerbaciones del asma en todas las cohortes evaluadas. La tasa de exacerbaciones disminuyó entre 52% y 64% en los subgrupos de eosinófilos, y se observaron mejoras similares en los pacientes que cambiaron de biofármacos, con una reducción significativa de las exacerbaciones tras el cambio a benralizumab.
En la cohorte con seguimiento ampliado, la reducción de exacerbaciones continuó mejorando con el tiempo. Durante los primeros 12 meses, la tasa de exacerbaciones se redujo en 60%, y durante los 12 a 24 meses siguientes, la reducción alcanzó el 68%. Además, se observó una reducción en el uso de medicación concomitante en las tres cohortes.
Este estudio retrospectivo respalda la eficacia de benralizumab para el tratamiento del asma grave eosinofílica, con una reducción significativa en las tasas de exacerbación y una mejora en el manejo de la enfermedad en pacientes que a menudo no se incluyen en ensayos clínicos. El cambio a benralizumab desde otros biofármacos demostró ser beneficioso, lo que amplía las opciones de tratamiento para los pacientes con asma grave.
El estudio fue financiado por AstraZeneca.