Terapia miofuncional en quemaduras orofaciales de segundo y tercer grado
- netmd
- 6 de marzo de 2019
- Otorrinolaringología
- 0 Comments
RESUMEN
Las quemaduras constituyen lesiones traumáticas que comprometen la piel. Aquellas que involucran la región facial son las más complejas, dada la relevancia estética y funcional de esta zona, afectando la expresión de emociones, así como procesos fundamentales como la visión, habla, alimentación, entre otros. Pese a la escasa evidencia, se ha demostrado que la terapia fonoaudiológica miofuncional disminuye las secuelas en pacientes con quemaduras orofaciales. En este contexto, la presente investigación tiene como objetivo describir y evidenciar los efectos de la terapia fonoaudiológica miofuncional en quemaduras orofaciales de 2° y 3er grado. Para ello, se incluyeron 10 sujetos con quemaduras orofaciales de 2° y 3er grado ingresados al Centro de Referencia Nacional de Quemados en Santiago de Chile, quienes recibieron evaluación y terapia miofuncional por un fonoaudiólogo durante su hospitalización. El 80% de los sujetos presentaban quemaduras de 2° grado y 20% de 3° grado, el 30% requirió injerto facial. En la evaluación inicial se observó disminución de la apertura bucal vertical y horizontal, además de disminución en los movimientos de la mímica facial en la totalidad de los casos. Luego de la intervención se evidenciaron mejorías en todos los parámetros, incluido además el nivel de autopercepción de retracción pre y post terapia fonoaudiológica; todos con diferencias estadísticamente significativas (p<0,05). Los resultados nos permiten concluir que la terapia fonoaudiológica miofuncional favorece parámetros como apertura bucal y movilidad facial en pacientes con quemaduras orofaciales. La inclusión de fonoaudiólogos capacitados en el abordaje de estas personas, sería beneficioso para aminorar secuelas y beneficiar su calidad de vida.
Introducción
La región facial presenta gran relevancia para el ser humano, pues establece el punto central de las características físicas y contribuye en la identidad individual. Además, participa en la comunicación humana por medio de la expresión de emociones y en otros procesos fundamentales como visión, habla, alimentación, entre otros. Por su parte una quemadura constituye una lesión traumática que involucra la destrucción total o parcial de alguna de las capas de la piel; pudiendo ocasionar la muerte del individuo o secuelas a nivel funcional, estético, emocional y social.Las quemaduras se pueden clasificar de acuerdo al agente etiológico que las produce, la profundidad (nivel de compromiso histológico), extensión (superficie corporal quemada o SCQ) y las zonas corporales involucradas.De acuerdo a lo establecido en la guía clínica del paciente quemado de la International Society for Burn Injury (ISBI Practice Guidelines Committee, Steering Subcommittee, & Advisory Subcommittee, 2016), las quemaduras faciales constituyen quemaduras en zonas especiales que requieren manejo con equipo especializado, debido a la relevancia funcional y estética de esta zona. Sumado a lo anterior, el riesgo inminente de injuria inhalatoria en aquellos pacientes con quemadura facial, aumenta la complejidad, gravedad y empeora el pronóstico vital.Las quemaduras faciales alteran las estructuras anatómicas y funcionales ocasionando dolor, deformidad y/o edema. En casos severos y dependiendo de la profundidad y extensión, es posible evidenciar retracciones o contracturas que pueden conducir secuelas físicas, estéticas y psicológicas permanentes (Hop etal., 2014; Stoddard, Ryan, & Schneider, 2014). El tratamiento debe ser siempre realizado por un equipo especializado e interdisciplinario, quirúrgico o no quirúrgico, y debe incluir profesionales de diversas áreas que trabajen en conjunto con el objetivo de salvar la vida de la persona, mejorar los resultados funcionales y estéticos, disminuir el riesgo de secuelas o tratar las mismas en forma precoz y adecuada (Wei & Li-Tsang, 2017).Los aportes de la fonoaudiología en el trabajo con quemados inicia cercano a la década del 90 (Brooks & Hammond, 1986; Williams & Baker, 1992). No obstante, su participación activa, según lo descrito en la literatura, no supera los 20 años. La contribución delfonoaudiólogo en la intervención del paciente quemado se enmarca en las áreas de deglución, comunicación (habla y voz) y motricidad orofacial (MOF) (Rumbach, Clayton, Muller, & Maitz, 2016). En esta última área, el trabajo se enfoca en el manejo y prevención de retracciones y cicatrices hipertróficas en la región orofacial (Rumbach etal., 2016; Snyder & Ubben, 2003), además de favorecer la movilidad y funcionalidad de la zona.La evidencia a nivel internacional aún es limitada, con pocos artículos científicos referidos al área de motricidad orofacial pero que muestran una significativa contribución de la profesión en este grupo de pacientes (Borges, Vieira, & Barreto, 2011; Clayton, Ellul, Ward, Scott, & Maitz, 2017; Clayton, Ward, & Maitz, 2015a, 2015b; Magnani, Sassi, Vana, Alonso, & Andrade, 2015; Ramos, Danda, Araujo, Regis, & Silva, 2009; Toledo, 2003).Las quemaduras orofaciales de 2° y 3ergrado han demostrado presentar mayor déficit en relación a las estructuras orofaciales, rango de movimientos mandibulares y de la mímica facial (Magnani etal., 2015), pudiendo interferir en procesos de comunicación (verbal y no verbal) y/o alimentación. Ladisminución de los movimientos de la mímica facial cobra relevancia desde el punto de vista comunicativo, ya que la comunicación no verbal contribuye a una mejora en la comprensión del mensaje por medio del uso de gestos y expresiones faciales. Por su parte, el proceso de cicatrización patológica puede producir contracturas secundarias, las cuales pueden comprometer el rango de los movimientos horizontales y/o verticales de apertura bucal, ocasionando incluso microstomía en casos severos (Clayton etal., 2015a, 2015b). Una completa funcionalidad de la apertura bucal considera la posibilidad de articular en forma adecuada, comer sin restricciones, beber líquidos sin escape anterior y cepillarse los dientes con acceso total a los molares. Para ello se considera como valores de referencia de funcionalidad de la apertura bucal, 40 mm vertical y 50 mm horizontal (Clayton etal., 2015a; Mezitis, Rallis, & Zachariades, 1989).En Chile y gran parte del mundo, a excepción de Australia, Estados Unidos y Brasil (países con mayor contribución científica en el área), este tema constituye un área de intervención emergente y desconocida, tanto para los mismos fonoaudiólogos como para el resto de los profesionales que trabajan con quemados. A la fecha, en nuestro país sólo existe un reporte de caso (Pavez & Tobar, 2016)que relata de manera sucinta la intervención fonoaudiológica realizada en un paciente gran quemado de 53% de superficie quemada y con compromiso orofacial, que presentó alteraciones a nivel deglutorio, fonatorio y de motricidad orofacial. Pese a ello, la información disponible a nivel nacional y referida a la atención fonoaudiológica propiamente tal, sigue siendo escasa.El Servicio de Quemados del Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP) constituye el centro de referencia nacional del paciente gran quemado adulto, recibiendo cerca del 90% de los pacientes quemados graves de todo el país. Es el único centro para pacientes adultos beneficiarios del sistema público de salud, entregando atención a todos quienes cumplen con los criterios de gran quemado según lo establecido en las guías clínicas del programa de garantías explícitas en salud (GES) (Albornoz, Villegas, Peña, & Whittle, 2013; Ministerio de Salud de Chile, 2016). Estas últimas, no consideran al fonoaudiólogo como parte del equipo de salud en la atención del paciente quemado (Ministerio de Salud de Chile, 2016). En vista de lo descrito y con la intención de contribuir en el conocimiento con que cuentan los fonoaudiólogos, además de potenciar el desarrollo de esta área y proveer evidencia en relación a esta temática; el presente artículo tiene por objetivo describir y evidenciar los efectos de la terapia fonoaudiológica miofuncional en un grupo de personas con quemaduras orofaciales de 2° y 3ergrado.
Axel Pavez
Hospital de Urgencia Asistencia Pública
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
https://revfono.uchile.cl/index.php/RCDF/article/view/51613